VERGONZOSO: "TEMPLARIOS DEL ESCAPULARIO DE CRISTO Y GRANDES CURANDEROS DE LA SÁBANA SANTA"

Primeramente muchas gracias a quien nos ha enviado la información de la existencia de este lamentable y vergonzoso negocio. Decimos vergonzoso y lamentable por la utilización, de nuevo, del nombre del Temple, de los Templarios, por parte de comerciantes y engañabobos, utilizando además en este caso los nombres de Escapulario de Dios y Sábana Santa. Increíble hasta donde podemos llegar.

Esto pasa en Puebla, México, pero podría pasar en cualquier lugar, ya que el gran desconocimiento existente, muchas veces protagonizado y ampliado por la manipulación de lo que era el Temple por parte de muchas de las asociaciones que utilizan el mismo nombre de la Orden más famosa del mundo en cuanto a leyenda, pero gran desconocida en realidad y gran tegiversada y manipulada desde el siglo XVIII.

Vean ustedes el anuncio y dígannos si no es ya demasiado. De acuerdo que cada cual puede ganarse la vida como quiera, pero utilizar determinados nombres que dañan a muchas personas que tienen y sienten verdadera devoción, por ejemplo a la Sábana Santa, es ir demasiado lejos, máxime cuando se mezclan esos nombres con amarres y demás historias para engañar a los demás.

"TEMPLARIOS DEL ESCAPULARIO DE DIOS Y GRANDES CURANDEROS DE LA SÁBANA SANTA" este es el infame nombre bajo el que se amparan vaya usted a saber que clase de individuos. Luego nos extrañan las raras agrupaciones y las extrañas ideas que algunos tienen sobre el Temple.

Sencillamente vergonzoso, y desde Fratertempli queremos decir que esta gente de Templarios no tienen nada, y nos tememos que como todos los tipos que se anuncian ofreciendo amarres, sanaciones, etc, son nada más que un negocio y una estafa dirigida hacia los más crédulos e incautos.

Solo la utilización de esos nombres les inhabilitaría para todo, pero encima el sentido común y la experiencia de miles de personas que cada día entregan su dinero a gente asi y no reciben nada a cambio que no sean mentiras y más mentiras, nos lleva a decirles que ni caso, que ni les tengan en cuenta, ni les llamen, ni nada de nada, como si no existieran.