La Red de Juderías de España se presentó hoy por primera vez en Israel con el objetivo de atraer al turista israelí hacia ese "pasado común" que hace quince siglos unió a judíos, cristianos y musulmanes en la península Ibérica.
"Hoy más que nunca necesitamos recuperar esa convivencia que disfrutamos en Sefarad", dijo en Jerusalén el periodista y escritor español Carlos Aganzo, al presentar la Red a través de un nuevo libro que ha titulado "Rutas por las Juderías de España", y que ha sido publicado por la editorial El País-Aguilar.
En un acto público de presentación, Aganzo resaltó el papel de los judíos en la península hasta su expulsión en 1492 y aseguró que, para él, visitar las 21 ciudades que forman la Red de Juderías-Camino de Sefarad ha sido "una de las experiencias más especiales de su vida".
Por ello exhortó a la embajada española en Israel a descubrir a los israelíes las "Jerusalenes" de la España medieval.
El escritor aludía a la descripción que hizo de Ávila su colega israelí Avner Peretz, aunque ya otros eruditos atribuyeron ese calificativo a Toledo, otra de las ciudades miembro.
"Por separado cada una de las juderías es un universo propio, juntas son un crisol.. de las que se puede hacer la crónica de cómo vivían los judíos" hace quince siglos, consideró.
La presentación del libro de Aganzo que -aseguró- traduce la historia "a lenguaje turístico sin descuidar el rigor científico", coincide con los diez años de existencia de esa federación de municipios que recoge entre sus calles y murallas una parte del pasado que une la historia de España con la del pueblo judío.
En ese sentido se expresó la presidenta de turno de las juderías, la alcaldesa de Plasencia Elia María Blanco Barbero, que destacó el legado de convivencia que se vivió hasta 1492 en Sefarad: "tres culturas, tres religiones vivieron con concordia y paz".
Sefarad significa "España" en hebreo y los judíos sefardíes son aquellos cuyos antepasados se remontan al período anterior a la expulsión por los Reyes Católicos y la Inquisición.
Blanco se mostró esperanzada de que la visita de más de treinta alcaldes, concejales y técnicos de la Red para presentarla ante distintas instituciones israelíes, entre ellas el Parlamento (Knéset), redunde en una afluencia de visitantes a un país donde -dijo a la audiencia- "vivieron sus antepasados y mis antepasados".
Unos 200.000 israelíes visitan España cada año, aunque no hay cifras de cuántos de ellos visitan la Red de Juderías, también frecuentada por judíos de otros países y turistas de otras religiones y orígenes.
"Nuestro pueblo ha tenido momentos de mucha tristeza y de mucha alegría, y hoy esta empresa nos recuerda la buena vida que tuvimos en Sefarad", subrayó por su parte en el acto Rafael Barak, director político del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel.
En un perfecto español, el destacado funcionario israelí agradeció esta empresa de recuperación histórica a los integrantes de la Red, porque con ella "acercan nuestros corazones".
Un acercamiento, el que trasluce de la Red, que para el embajador de España en Israel, Álvaro Iranzo, es "el comienzo de una larga amistad" porque la presencia de los judíos en Sefarad es "el mejor patrimonio que comparten nuestros pueblos".
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"Hoy más que nunca necesitamos recuperar esa convivencia que disfrutamos en Sefarad", dijo en Jerusalén el periodista y escritor español Carlos Aganzo, al presentar la Red a través de un nuevo libro que ha titulado "Rutas por las Juderías de España", y que ha sido publicado por la editorial El País-Aguilar.
En un acto público de presentación, Aganzo resaltó el papel de los judíos en la península hasta su expulsión en 1492 y aseguró que, para él, visitar las 21 ciudades que forman la Red de Juderías-Camino de Sefarad ha sido "una de las experiencias más especiales de su vida".
Por ello exhortó a la embajada española en Israel a descubrir a los israelíes las "Jerusalenes" de la España medieval.
El escritor aludía a la descripción que hizo de Ávila su colega israelí Avner Peretz, aunque ya otros eruditos atribuyeron ese calificativo a Toledo, otra de las ciudades miembro.
"Por separado cada una de las juderías es un universo propio, juntas son un crisol.. de las que se puede hacer la crónica de cómo vivían los judíos" hace quince siglos, consideró.
La presentación del libro de Aganzo que -aseguró- traduce la historia "a lenguaje turístico sin descuidar el rigor científico", coincide con los diez años de existencia de esa federación de municipios que recoge entre sus calles y murallas una parte del pasado que une la historia de España con la del pueblo judío.
En ese sentido se expresó la presidenta de turno de las juderías, la alcaldesa de Plasencia Elia María Blanco Barbero, que destacó el legado de convivencia que se vivió hasta 1492 en Sefarad: "tres culturas, tres religiones vivieron con concordia y paz".
Sefarad significa "España" en hebreo y los judíos sefardíes son aquellos cuyos antepasados se remontan al período anterior a la expulsión por los Reyes Católicos y la Inquisición.
Blanco se mostró esperanzada de que la visita de más de treinta alcaldes, concejales y técnicos de la Red para presentarla ante distintas instituciones israelíes, entre ellas el Parlamento (Knéset), redunde en una afluencia de visitantes a un país donde -dijo a la audiencia- "vivieron sus antepasados y mis antepasados".
Unos 200.000 israelíes visitan España cada año, aunque no hay cifras de cuántos de ellos visitan la Red de Juderías, también frecuentada por judíos de otros países y turistas de otras religiones y orígenes.
"Nuestro pueblo ha tenido momentos de mucha tristeza y de mucha alegría, y hoy esta empresa nos recuerda la buena vida que tuvimos en Sefarad", subrayó por su parte en el acto Rafael Barak, director político del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel.
En un perfecto español, el destacado funcionario israelí agradeció esta empresa de recuperación histórica a los integrantes de la Red, porque con ella "acercan nuestros corazones".
Un acercamiento, el que trasluce de la Red, que para el embajador de España en Israel, Álvaro Iranzo, es "el comienzo de una larga amistad" porque la presencia de los judíos en Sefarad es "el mejor patrimonio que comparten nuestros pueblos".
@Elías L. Benarroch
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