Una inspección detallada de la Virgen de la Fuencisla descarta daños aparte de la mutilación del brazo del Niño
La talla ha sido despojada de las ropas profanadas y ya luce limpia en el Santuario con su manto más antiguo
La talla ha sido despojada de las ropas profanadas y ya luce limpia en el Santuario con su manto más antiguo
Un examen pormenorizado de la talla de la Virgen de la Fuencisla, patrona de Segovia ultrajada el pasado viernes por unos ladrones, ha determinado que no existen más daños aparte de la mutilación del Niño, al que le arrancaron el brazo para sustraer la bola del mundo dorada que sostenía.
El subdelegado diocesano de Patrimonio, Antonio Franco, realizó este domingo por la tarde una inspección detallada de la Virgen después de un nuevo análisis que también llevó a cabo la Policía Científica. Aunque los resultados de ésta no han trascendido, el estudio del experto de la Diócesis descarta lesiones más allá de la amputación del brazo.
La conservadora del Santuario y miembro de la Junta Rectora, María del Carmen Hernández, indicó en declaraciones recogidas por Europa Press que se analizará en todo caso una pequeña grieta hallada en una mano de la Virgen, que deberá ser cotejada con fotografías de detalle recientes. La imagen de la Fuencisla, de madera policromada, está datada entre los siglos XIV y XV.
Tras los reconocimientos, las camareras de la Virgen despojaron a la talla de sus ropas profanadas. Las monjas del Convento de las Carmelitas se encargarán de lavar y almidonar las enaguas, mientras que el manto, más delicado por estar bordado con hilo dorado, permanecerá en el Santuario.
En su lugar, se ha vestido a la patrona con el Manto del Sol, el más antiguo que tiene, donado en 1816 por la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia. Es blanco de seda natural, bordado en oro, y fue restaurado por Ángela López García-Bermejo en 2008, el mismo año en que lo lució en su traslado a la Catedral con motivo del novenario. Lo tendrá puesto hasta la Cuaresma, cuando se le colocará el ropaje morado propio de este periodo.
Tras cambiar las vestimentas, un ritual que se alargó alrededor de una hora, las camareras se afanaron en colocar de nuevo a la Virgen la aureola de plata, abandonada por los ladrones, envuelta en unas faldillas, en los jardines junto al Santuario.
INVESTIGACIÓN ABIERTA
La Policía prosigue la investigación para esclarecer los hechos y tratar de localizar las dos coronas de oro y piedras semipreciosas sustraídas, ambas del siglo XVII. De ésta ha trascendido que los delincuentes entraron en la mañana del viernes, tras abrirse las puertas del templo de forma automática sobre las 8.00 horas, saltaron la verja de varios metros que aísla el presbiterio y treparon por el lado izquierdo del retablo para llegar hasta la Virgen. Una vez accedieron a ella, desatornillaron las piezas que fijaban las coronas para sustraerlas.
Tras el robo, se hallaron pisadas de barro en el enrejado y huellas dactilares y se pudieron tomar muestras de ADN.
Los responsables del Santuario remitieron de inmediato a la Interpol una colección de fotografías de detalle de las reliquias robadas con el fin de dificultar su posible venta o subasta.
A lo largo de hoy, miembros de la Junta Rectora se reunirán con la empresa de seguridad para decidir nuevas medidas. De momento, se ha optado por retrasar una hora la apertura del templo, que se abrirá a las 9.00 horas, cuando hay más concurrencia en el edificio y sus inmediaciones; reforzar el sistema de alarma, e instalar cámaras de control. Además, a partir de ahora habrá una o varias personas encargadas de vigilar las dependencias de manera permanente.
@EuropaPress