La zona está catalogada por la Consejería de Cultura como de servidumbre arqueológica
Las recién iniciadas obras de la nueva terminal de contenedores de Cádiz ya han dado su primer fruto. El dragado de los alrededores del puerto gaditano han permitido sacar a la luz un lingote y una moneda de plata de Carlos III, un real de a ocho que, de no ser una reproducción posterior, se acuñó en el siglo XVIII. De momento, no han aparecido más materiales que contextualicen estas piezas pero no se descarta. De ahí que mañana viernes los arqueólogos realizarán inmersiones en esa zona para investigar restos de algún pecio.
El hallazgo ha sido posible gracias alas cautelas arqueológicas ordenadas en esta obra que impulsa la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz para crear una nueva terminal de tráfico de mercancías. La Consejería de Cultura tiene catalogado este lugar como zona de servidumbre arqueológica, catalogación surgida de la revisión de la ley de patrimonio andaluza, la primera que contempla esta figura que protege espacios donde nunca se ha encontrado un yacimiento pero se presupone que pueden existir restos de interés. La propia declaración de impacto ambiental de la obra implicaba esta vigilancia arqueológica que ejecuta la empresa Tanit Gestión Arqueológica.
Durante los trabajos de la draga, los arqueólogos detectaron dos piezas y ordenaron detener las máquinas. Había aparecido un lingote de plata de unos ocho kilos, de 32 centímetros, 9’7 de ancho y 4’4 de alto. También una moneda del mismo material, un real de a ocho,con la figura de Carlos III. Esta información ya ha sido transmitida al Centro Andaluz de Arqueología Subacuática de Andalucía, dependiente del Instituto de Patrimonio Histórico, con sede en Cádiz. Allí serán enviadas ambas piezas para determinar su autenticidad, su origen y la época a la que pertenecen, antes de ser trasladadas definitivamente al Museo de Cádiz.
Nuevas inmersiones podrán determinar si el lingote y la moneda están asociadas a algún barco hundido en esa zona o a otro yacimiento bajo el agua, aunque los expertos ya advierten de la escasa visibilidad, debido a la movilidad de los fangos. Mientras duren las inmersiones, la draga será trasladada a otra zona de la obra.
@Pedro Espinosa Cádiz/El Pais