Exhibieron pancartas y gritaron eslóganes como "Papa criminal", "Vaticano, paga los impuestos como todos" e "Iglesia corrupta". Unos dicen que fueron 20 y otros hasta 50 el número de los "indignados" que intentaron ayer acampar -sin éxito- ayer en la plaza de San Pedro del Vaticano.
El grupo de manifestantes logró levantar varias tiendas de campaña. Uno de ellos logró subir al abeto de Navidad colocado en la plaza, lo que hizo que la policía italiana detuviera a tres de ellos.
Los hechos ocurrieron cuando los "indignados" procedentes de Italia, España, Francia y varios países de Latinoamérica, que participaban en una marcha por Europa que partió el pasado 9 de noviembre desde Niza (sureste de Francia) con destino Atenas, hicieron escala en la plaza de San Pedro, donde comenzaron a montar tiendas de campaña de colores.
Según informa Efe, inmediatamente la policía italiana, que controla la seguridad del recinto vaticano, procedió a expulsarles, produciéndose momentos de tensión, sobre todo después de que los agentes detuvieran a tres "indignados" para identificarles.
Uno de los manifestantes logró escapar y se subió al gran abeto navideño de casi treinta metros de altura colocado en el centro de la plaza.
El resto de los "indignados" decidieron seguir en la plaza, sentados en el suelo, en "asamblea", hasta tanto no fueran puestos en libertad los compañeros retenidos.
Los manifestantes, uno de los cuales llevaba una túnica en la que estaba escrito "Corazón indignado" y otro otra en la que se ridiculizaba al pontífice, exhibieron pancartas y gritaron eslóganes como "Papa criminal", "Vaticano, paga los impuestos como todos", "Iglesia corrupta", "Libertad" y "No a la violencia".
"Hemos venido a manifestarnos en San Pedro para apropiarnos de una plaza que, como todas, debe ser del pueblo. El nuestro es un gesto simbólico para denunciar que el Vaticano tiene muchas riquezas y no paga tasas, no sufre la crisis", afirmó Giovanni, de 24 años.
Tras un tira y afloja con la policía, al final agentes antidisturbios les desalojaron de la plaza, entre empujones y enfrentamientos.
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