Bueno, pues se ha liado otra vez con la Iglesia, y esta vez por culpa de un sacerdote moderno, quizás demasiado moderno para mi gusto, pero se ha liado y hay cosas que no entiendo. Hablemos pues.
En esta nueva emisión del programa de Gran Hermano ha entrado un sacerdote, en contra de la opinión de sus superiores, pero ha entrado, y al entrar ha sido suspendido ad divinis. Aquí viene mi pregunta, si un sacerdote por entrar en un programa televisivo de mejor o peor gusto, según opiniones, se merece la suspensión ad divinis, ¿QUE NO SE MERECE UN SACERDOTE QUE PROFANA LAS TUMBAS DE SUS FELIGRESES, QUE LAS EXPOLIA Y QUE VIERTE SUS RESTOS JUNTO A LOS DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS A UNA ZANJA VERTEDERO?
¿La suspensión ad divinis depende de si se tienen cámaras de televisión que hagan llegar a millones de personas la actuación del sacerdote o depende de la actuación en sí misma? Porque yo ahora veo que tenemos, bajo la premisa de que Dios está en todos los lados, un programa de televisión, Gran Hermano, donde por supuesto está Dios pero no puede estar un sacerdote, y una iglesia, la de Belver de los Horrores, donde si hay un cura, un mal cura, y donde seguro que no hay Dios, porque si Dios estuviera en la parroquia de la Asunción de Belver de los Horrores nunca hubiera permitido esas profanaciones, esos expolios a vecinos enterrados en sus tumbas pagadas de siglos.
¿Que piensan los obispos? A mi tampoco me gusta ver a un sacerdote en un reality paseándose por una casa en calzoncillos, estamos de acuerdo, pero tampoco me gusta ver como un cura delincuente, un cura profanador deja a la Iglesia en bragas con los hechos de Belver de los Horrores y la Iglesia, los Obispos que han pasado por esa diócesis y que tenían que haber suspendido a ese personaje siniestro y sinvergüenza no lo han hecho.
Hay una diferencia entre el sacerdote de Gran Hermano y el cura profanador: el de Gran Hermano no hace daño a muertos, y los vivos pueden criticarle y han conseguido que lo suspendan ad divinis; el profandor de Belver de los Horrores ha hecho daño a muertos, a vivos, y ha conseguido que otros "vivos" de su cuadrilla no lo suspendieran ni ad divinis ni "ad nada", y ahí continúa el indigno curita, paseando por sus saqueados dominios, seguro de quienes le protegen, seguro de que mientras no haya cámaras de televisión la Iglesia no hará nada, al fin y al cabo los muertos y la Casa Fox ya habían pagado por la tumbas hacía siglos.
Pero existe algo de lo que no puede escapar el profanador sacerdote de la parroquia de la Asunción de Belver de los Horrores, y es que esto, nuestra vida, es como un Gran Hermano, con un Ojo que todo lo ve, y más pronto que tarde tendrá que enfrentarse ante su Eterno Juicio, y al igual que el indigno Bertrand de Goth, (Clemente V), se encontrará con una suspensión que si será verdaderamente ad divinis, no para su vocación sacerdotal, (que no tiene), sino para la de su negra y sucia alma. Veamos que obispo le salva y ayuda entonces, cuando se enfrente a Nuestro Señor, que le pida cuentas de sus fechorías, y no te olvides, profanador, MÁS PRONTO QUE TARDE darás cuenta de las profanaciones ante quien representabas aquí en la tierra y has traicionado. Aún estás a tiempo de arreglar las cosas, pero te queda poco ya. Utilízalo antes de que sea tarde y te encuentres ante Él y no puedas alegar nada en tu favor.