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Al inicio de la semana el Reino de Noruega y en pos de ella toda Europa han quedado agitados por la iniciativa del jefe de la Asociación de Juzgados de Noruega Tur Landback. Este propuso permitir oficialmente la actividad de los juzgados de sharia en el país y, posiblemente, unirlos después con el sistema nacional de procedimientos judiciales. Como es natural, esta idea fue inmediatamente secundada por juristas que representan a las comunidades islámicas locales. La población natal de Noruega conocida por su tolerancia esta vez quedó confundida y perpleja.
Recordemos que la sharia es un código de prescripciones religiosas, éticas y jurídicas del islam que se basan en el Corán. Los juzgados islámicos se han radicado hace tiempo y actúan no oficialmente no solo en Noruega sino por toda la Europa cristiana. En Inglaterra, Noruega, en otros países del Viejo Mundo los apologetas cristianos de la sharia explican sus extrañas iniciativas por la necesidad de integrar a los ciudadanos musulmanes a la sociedad. De otra manera, los inmigrantes, imagínense, “no pueden adaptarse” a los principios jurídicos, culturales y otros de Europa.
Yuri Deriabin, director del Centro de Estudios sobre Europa del Norte de la Academia de Ciencias de Rusia, señaló en entrevista a nuestra emisora:
Creo que al proponer la legalización de la actividad de los juzgados de sharia en Noruega, Landback parte de la realidad existente. Porque las leyes de Noruega respecto a los inmigrantes son liberales y el número de estos últimos ha aumentado notablemente.
En opinión de Deriabin, si los juzgados islámicos hace tiempo que actúan no oficialmente en Noruega, es mejor no prohibirlos porque los tabúes generan siempre contraposición, sino legalizarlos y prescribir en la ley local los límites de la competencia del derecho muslímico. Sin embargo, no todos los expertos, ni mucho menos, son tan tolerantes con la destrucción del sistema de valores tradicionales para los europeos natales.
El director del Centro de Coyuntura Política Serguéi Mijeev dijo a nuestra radio:
Lo que vemos es el suicidio cultural de Europa. La propia Europa renuncia a sí misma. Y en tales circunstancias ¿por qué no aceptar la sharia? Por otro lado, es un pretexto para la aparición de nuevos terroristas del tipo de Breivik.
En opinión de Serguéi Mijeev, en un futuro previsible se debe esperar una desestabilización de la situación sociopolítica en Europa. Porque el desarrollo de la cacareada tolerancia jamás vista va acompañada simultáneamente del crecimiento de los movimientos ultraderechistas y nacionalistas. La renuencia de las autoridades europeas a oponer resistencia a la ofensiva de ajenas culturas civilizatorias genera una resistencia no oficial desde abajo, lo que llevará al aumento de conflictos interétnicos e interreligiosos.
Así y todo, no queremos pintar el porvenir de Europa en tonos demasiado sombríos. Si juzgamos por los últimos pasos de muchos estados en el plano del control y limitación de los flujos migratorios, es posible decir que Occidente se ha alarmado, si bien con mucho atraso. Por eso, no nos apresuremos a cubrir Europa con el manto de la sharia.
@La Voz de Rusia