Se multiplican los robos en las iglesias del rural
La Guardia Civil logra recuperar dos campanas robadas en iglesias de Negreira y Silleda
Los ladrones robaron en mayo de 2008 la campana de la ermita de Santa María de Caranza FOTO: K.D.
La intervención de la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de A Coruña que permitió recuperar hace sólo unos días dos campanas robadas en sendas iglesias de Negreira y Silleda pone de relieve la existencia de un tráfico comercial ilícito y consolidado de objetos religiosos en Galicia, como ya se sospechaba desde unos años y, sin ir más lejos, reconoció el fiscal superior, Carlos Varela, durante su comparecencia en las VI Xornadas sobre Patrimonio Cultural de Galicia, celebradas el pasado mayo en Baiona.
De hecho, durante su intervención, y como refleja una información de AGN firmada por Olaia Ucha, Varela citó los innumerables delitos contra el patrimonio cultural registrados en los montes vecinales mancomunados, delitos que afectan a cruceros, petos de ánimas, puentes, restos de calzadas romanas o castros, sólo por citar unos ejemplos; así como a objetos de arte sacro custodiados en iglesias, ermitas y pazos.
La memoria fiscal correspondiente a 2009 precisa que durante este ejercicio se llevaron a cabo en Galicia un total de veinte procedimientos penales por delitos contra el considerado patrimonio histórico: ocho en la provincia de A Coruña, otros tantos en la de Pontevedra y cuatro en la provincia de Lugo, once de los cuales derivaron en escritos de acusación de la Fiscalía.
Este balance, último hasta la fecha a ejercicio completo, supone una ligera disminución respecto a los procedimientos del mismo tipo que fueron incoados a lo largo de 2008: veinticinco en toda Galicia, trece de ellos en la provincia de A Coruña y doce en la de Pontevedra, ocho de los cuales culminaron con sentencias firmes.
Durante su intervención en las VI Xornadas sobre Patrimonio Cultural de Galicia Carlos Varela también aludió a dos sentencias emitidas en 2009 que calificó de ejemplarizantes. La primera condenó a tres submarinistas británicos acusados de extraer materiales de un pecio del siglo XIX localizado en aguas de Ribeira, y la segunda al administrador de una empresa por causar daños que fueron calificados de irreversibles en el recinto castrexo de Pena do Castro, ubicado en el municipio lucense de A Fonsagrada.
MOLINO Y CAÑONES.
Aunque la mayoría de este tipo de delitos se registran en propiedades de la Iglesia, la memoria de la Fiscalía pone de manifiesto que quienes se dedican a saquear el patrimonio histórico no roban en exclusiva objetos religiosos. Un buen ejemplo de ello es la denuncia formalizada en 2009 por los vecinos de Sabrexo, una de las parroquias de Vila de Cruces, por el robo de la muela (moa en gallego) de un molino de piedra.
También el año pasado, y más concretamente en el mes de mayo, se denunció el grave estado de abandono que afectaba a cuatro cañones semihundidos en el fondo del muelle pesquero de la localidad coruñesa de Camariñas y que estaban siendo utilizados para el amarre de distintas embarcaciones. Estas piezas de artillería pertenecían al conocido como Castelo do Soberano y fueron trasladadas inicialmente de su ubicación original debido a la ejecución de unas obras.
@/ANTONIO TOJO SANTIAGO/El Correo Gallego.es