Dios mío, desde ayer vengo escuchando por la televisión frases de ciudadanos y ciudadanas que no hacen más que repetir lo buenísimo que es Su Santidad Benedicto XVI. "Me ha sonreido", "me ha mirado y me ha dado la mano", etc.etc.
¿De verdad se puede alguien creer que el Papa sonrió a alguien en particular cuando iba en el papamóvil pasando por las calles de Santiago o de Barcelona?, y lo que es peor, ¿por eso es buenísimo? No termino yo de entender el fenómeno ese más propio de rebaño que de raciocinio individual, claro que hablando del Pastor de Almas quizás sea lógico eso del rebaño.
Continúo pensando que la idiolatría no es muy cristiana, pero en fin, es mi opinión, aunque quizás en estos tiempos si sea una opción, si no del cristianismo si del catolicismo, ya que es la maquinaria publicitaria del Vaticano quien haciendo al Papa hablar ahora en galego ahora en catalá intenta que el pueblo lo vea como más cercano, como más próximo a los fieles, imagen que luego, los miles de policias, coches de escoltas, vallas de seguridad y demás impedimentos para acercarse deberían hacer cambiar de opinión a quien en un principio se habia convencido de la cercanía, pero MILAGRO, no se repara en eso, se continua diciendo lo buenísimo que es por el mero hecho de haberlo visto pasar rapido y veloz dentro del blindaje del papamóvil.
Y luego no me parece a mi tan sociable, bueno, ni sociable ni diplomático por no decir educado. Me explico: cuando voy a casa de alguien, me libro muy bien de dar opiniones que puedan faltar al respeto a mis anfitriones, procuro ser respetuoso con la casa y con sus habitantes. El Papa no, ¿para qué si es el Papa y siempre tendrá el coro de talibanes que aplaudirá todo lo que diga? Porque decir que la España de hoy es como la España de los años 30 solo tiene dos explicaciones, o al Papa por cuestiones de edad se le va la cabeza en ocasiones o no le interesa más que el sector que ya está convencido de que es buenísimo y que es el representante de Dios en la Tierra, con lo cual tampoco es evangelizador, porque calentar la orejas de quien te sigue no tiene mérito, el mérito está precisamente en convencer a quien no te sigue, y con tonterias como la dicha sobre la España actual, muchos nuevos amigos no habrá hecho.
Diga lo que diga el Papa, de la España de los años 30 a esta España de hoy hay una gran diferencia, fundamentalmente y aunque a la Iglesia más rancia y a los sectores conservadores más conservadores les duela, hay una educación, por lo menos, básica en el pais, de manera que ya no somos los analfabetos de antaño que nos quitábamos la boina ante el cura del pueblo, hiciera éste lo que hiciera, se comportara como se comportara. Ahora cualquiera sabe leer y entender que significa pederasta, promiscuidad, etc, y sea el cura o sea el obispo recibe la crítica de quien entiende eso, es decir, todos.
Hoy cualquiera sabe discernir entre lo que se dice y lo que se hace, es decir, no se puede pedir castidad entre los homosexuales y gastarse el dinero de los cepillos en otros "cepillos" de alquiler en locales de alterne. Hoy cualquiera sabe y conoce que la profanaciónde tumbas y su expolio está mal, hombre, muy mal, y no se entiende que el sacerdote que permitió y participo en esos delitos continue en la parroquia, (Belver de Cinca o de los Horrores).
Y todo el mundo sabe y conoce lo que es el laicismo y el anticlericalismo, y un estado laico o aconfesional no es un estado anticlerical, porque las banderas del SI A LA VIDA no son exclusivas de la Iglesia Católica, son muchos los que al igual que nosotros, los católicos, exigen el NO AL ABORTO y el DERECHO A LA VIDA.
Yo, en mi opinión, creo que al Papa o le han equivocado o se ha equivocado, porque no se puede venir a un pais a dividir más aún a su sociedad, salvo que se quiera apoyar a quien, nostálgicamente, rememora un pasado en el que los sacerdotes saludaban brazo en alto y "su excelencia el Generalísimo" era recibido en las puertas de las catedrales por los cardenales de turno y entraba en las mismas bajo palio. Espero que no sea así, aunque ya no me extraña nada, pues solo había que ver las tres cruces paté en torno al cuello del Santo Padre. Al verlas no pude cuanto menos que pensar que por justicia divina, cada vez que alguien de la Iglesia se pusiera una cruz templaria le debería producir una quemadura tal que recordara que todavía estamos esperando una retractación, unas disculpas por los asesinatos de nuestros +Hermanos Mayores en la hoguera, claro que aún así siempre saldría el talibán de costumbre diciendo que la Inquisición no asesinaba a nadie, que eso correspondía a la jurisdicción civil a la que eran entregados los relapsos o los hallados culpables en el potro y demás torturas.
En resumen, que siempre habrá quien diga que "es buenísimo y me ha sonreido y dado la mano".