El continuo goteo ya de noticias de Haití ya parece no interesar a los medios de comunicación, las noticias no ocupan las primeras paginas y esos titulares a tres columnas con fotos desgarradoras de personas con miembros destrozados y la expresión de horror de los niños, han dejado de interesar a la mayoría de las personas que tienen en su casa para comer ¡Pobrecitos! Que pena me dan, pero miran a la pagina siguiente donde un famoso se casa con la actriz de turno y porta un hermoso vestido .
Haití sigue con su reguero de muertes y de horror aunque no lo queramos ver y lo que es peor aun, es ahora en estos momentos es cuando realmente podemos hacer algo por aliviar la desgracia de las personas que han quedado vivas, ahora es cuando se puede ayudar pues a los muertos por desgracia lo que se ha podido hacer es enterrarlos, con o sin nombre, en fosa común o en ataúd privado, pero no podemos hacer nada mas, nunca se sabrá cuantos murieron, ni el Primer Ministro Jean –Max Bellerive ni el juez Azaie Pierre-Louis sabrán nunca cuantos fueron por que ellos saben muy bien que un porcentaje muy elevado de haitianos no estaba censado.
Lo que si pueden hacer es posicionarse como soberanía haitiana y controlar el trafico de personas por mafias encubiertas y que bajo el nombre de “ayuda internacional de seudo-religiosos” (llámense baptistas o de otras organizaciones) están utilizando a niños como si fuesen piezas de recambio para hospitales con la garantía de conservación en un cuerpo “vivo” hasta que se los necesite.
El trafico de órganos humanos no es un invento nuevo en este país, como tampoco lo es el trafico de esclavos, ( aunque nos parezca terrible) , pero si que es cierto, que mafias organizadas utilizando el refrán español de “a río revuelto ganancia de pescadores” se están aprovechando y engañando a madres haitianas, y brindando una buena vida para estos niños, los arrancan con argucias malintencionadas, de sus brazos sin garantía ninguna para las familias, y se los llevan al “matadero” directamente , con un destino muy incierto, pues al carecer de documentación ¡no existen! Por tanto nadie los puede reclamar.
Aquí esta el quid la cuestión, ¿A quien inquieta el trafico de personas en Haití? Ni mas ni menos que a las mafias que trafican con seres humanos, que parece ser que no van a poder lucrarse tanto como ellos hubiesen querido.
Es muy fácil convencer a una madre del país que sea, si una señora con cara de ángel en representación de una organización y en el nombre de Dios, ofrece educación y comida en abundancia para sus hijos, esa madre no piensa no ve, que pueda estar enviando a sus hijos a un destino forzoso sin un posible retorno, esta pobre madre no puede ver que ese “ángel” es un demonio disfrazado, es lo que en Haití llaman "Loupgarou" y que en estos momentos aunque todos los haitianos saben que está con ellos pocos le conocen.
Fr. ++Vicente Castro Álvaro
Haití sigue con su reguero de muertes y de horror aunque no lo queramos ver y lo que es peor aun, es ahora en estos momentos es cuando realmente podemos hacer algo por aliviar la desgracia de las personas que han quedado vivas, ahora es cuando se puede ayudar pues a los muertos por desgracia lo que se ha podido hacer es enterrarlos, con o sin nombre, en fosa común o en ataúd privado, pero no podemos hacer nada mas, nunca se sabrá cuantos murieron, ni el Primer Ministro Jean –Max Bellerive ni el juez Azaie Pierre-Louis sabrán nunca cuantos fueron por que ellos saben muy bien que un porcentaje muy elevado de haitianos no estaba censado.
Lo que si pueden hacer es posicionarse como soberanía haitiana y controlar el trafico de personas por mafias encubiertas y que bajo el nombre de “ayuda internacional de seudo-religiosos” (llámense baptistas o de otras organizaciones) están utilizando a niños como si fuesen piezas de recambio para hospitales con la garantía de conservación en un cuerpo “vivo” hasta que se los necesite.
El trafico de órganos humanos no es un invento nuevo en este país, como tampoco lo es el trafico de esclavos, ( aunque nos parezca terrible) , pero si que es cierto, que mafias organizadas utilizando el refrán español de “a río revuelto ganancia de pescadores” se están aprovechando y engañando a madres haitianas, y brindando una buena vida para estos niños, los arrancan con argucias malintencionadas, de sus brazos sin garantía ninguna para las familias, y se los llevan al “matadero” directamente , con un destino muy incierto, pues al carecer de documentación ¡no existen! Por tanto nadie los puede reclamar.
Aquí esta el quid la cuestión, ¿A quien inquieta el trafico de personas en Haití? Ni mas ni menos que a las mafias que trafican con seres humanos, que parece ser que no van a poder lucrarse tanto como ellos hubiesen querido.
Es muy fácil convencer a una madre del país que sea, si una señora con cara de ángel en representación de una organización y en el nombre de Dios, ofrece educación y comida en abundancia para sus hijos, esa madre no piensa no ve, que pueda estar enviando a sus hijos a un destino forzoso sin un posible retorno, esta pobre madre no puede ver que ese “ángel” es un demonio disfrazado, es lo que en Haití llaman "Loupgarou" y que en estos momentos aunque todos los haitianos saben que está con ellos pocos le conocen.
Fr. ++Vicente Castro Álvaro
Legado Prioral para América SMOTH (OSMTH)