La Administración perdió hace año y medio un pleito con unos particulares y aún no ha pagado las costas judiciales
ABC
Cuenta la tradición histórica que los templaros custodiaron en este castillo la legendaria espada del Cid
El castillo templario de Monzón, el principal monumento de atracción turística de la localidad y uno de los más populares restos de la historia medieval en la provincia de Huesca, está al borde de ser embargado. De hecho, es cuestión de días, prácticamente de horas, que finalmente se produzca. El viernes expira el plazo que le ha dado al Estado un juzgado de Huesca: o paga las costas judiciales que se le impusieron hace año y medio tras haber perdido un pleito con unos particulares que eran dueños de terrenos en el entorno del castillo, o el castillo le será embargado.
La emblemática fortificación pertenece a Patrimonio del Estado. Hace ocho años, emprendió acciones para hacerse con varios terrenos que circundan el castillo, parcelas pertenecientes a particulares. Surgió el conflicto y acabó en los juzgados. Los particulares, frente a la Administración del Estado. Y perdió esta última. En octubre de 2011, la sentencia del juzgado oscense que dirimió el litigio resolvió a favor de los particulares, e impuso al Estado el pago de las costas judiciales.
La Administración central pudo haber recurrido aquella sentencia, pero al final no lo hizo. El problema es que tampoco pagó las costas, así que se ha convertido, a todos los efectos legales, en «morosa» ante los juzgados.
Según ha informado el diario regional Heraldo de Aragón, han sido esos mismos particulares los que se han personado ante el juzgado para exigir que el Estado pague dichas costas. Cuando se dictó la sentencia ascendían a 3.833 euros, pero ahora rozan los 5.000 euros al haber ido sumando intereses de demora.
El juzgado también ha atendido la petición de esos particulares y ha instado al Estado a que pague con rapidez, bajo amenaza de embargarle el castillo templario de Monzón. Dio un plazo de siete días para saldar la deuda, plazo que expira este viernes.
El castillo templario funciona como centro de atracción turística, está abierto a las visitas y suele albergar periódicamente actividades culturales. La fortificación remonta sus orígenes a los musulmanes, y se reconstruyó tras la reconquista cristiana. Cuenta la tradición histórica que en ese castillo se custodió durante algún tiempo la legendaria Tizona, la espada del Cid. En 1143 fue entregada a los templarios, quienes hicieron de este enclave un convento-fortaleza de sus monjes soldados.