NUESTRO PATRIMONIO EN PELIGRO
Poder circular libremente por la Tierra es un derecho de todas las personas. No podemos permitir que se pongan puertas al campo y que se usurpen los bienes que son de todas las personas. Los bienes públicos se encuentran especialmente protegidos por las leyes desde hace más de 2000 años. Los caminos, puentes, calles, plazas, fuentes, arroyos, como el agua y el aire que respiramos son bienes que pertenecen a toda la humanidad.
Muy cerca de las ruinas del viejo monasterio de Rioseco son muchos los caminos públicos, calles, pueblos, puentes... que se encuentran cerrados ilegalmente por particulares que no respetan lo que es de todas las personas. El Ayuntamiento no hace nada para impedirlo a pesar de que se lo ha pedido en varias ocasiones el Procurador del Común y de que recientemente la Junta de Castilla y León le ha recordado su obligación de recuperar, cuidar y mantener los bienes de dominio público. Es por eso por lo que se ha iniciado una campaña de envío de peticiones al Ayuntamiento para que proceda a cumplir con su obligación y recupere los caminos públicos cerrados.
Los caminos públicos son de todas las personas y todas las personas hoy vivas y las que vivirán en el futuro tienen derecho a transitar por ellos, a moverse libremente por la tierra. Cerrar caminos y poner puertas al campo, aquí en el Valle de Manzanedo y en cualquier otra parte de la Tierra, es impedir el derecho a transitar libremente por el mundo. Poner puertas al campo es querer cambiar la forma en la que las personas nos relacionamos con la Tierra que nos acoge. Consentirlo significa que la Tierra puede ser privatizada, que quien tenga mucho dinero podrá comprarse no sólo caminos, sino también pueblos enteros, sus calles, las fuentes, los ríos, los montes, absolutamente todo. Consentir que esto ocurra en un pequeño valle perdido a orillas del Ebro significa que consentiremos que el modelo se extienda a otros lugares, significa que la forma de nuestra relación con la Tierra cambiará, que todo absolutamente todo podrá ser comprado y vendido.
El Valle de Manzanedo, en el corazón de la vieja Castilla, la Castella Vetula, a orillas del Ebro, es una tierra en la que los campos siempre han estado abiertos, los montes comunales eran aprovechados entre todos, las gentes podían trasladarse de un lugar a otro libremente. Las fincas cultivables eran privadas, pero estaban abiertas, cualquiera podía pasar entre ellas. La propiedad de las fincas de cultivo era privada pero lo que se cultivaba en cada una de ellas se decidía comunalmente. La propiedad privada estaba limitada por las necesidades de la comunidad.
Somos ya 400 las personas que hemos dirigido al ayuntamiento del Valle de Manzanedo la petición de que se abran los caminos públicos cerrados en el municipio.
En la madrugada del jueves estuvimos presentes en el programa Reserva Natural de RNE, que quien no haya podido escuchar podrá hacerlo en cuanto esté disponible el "podcast" del programa en esta dirección:
http://www.rtve.es/alacarta/audios/reserva-natural/
Hemos de evitar que se pongan puertas al campo, que se pongan barreras a nuestra libertad a circular libremente por la Tierra.
Puedes poner tu granito de arena firmando la petición aquí:
http://www.change.org/es/peticiones/ayuntamiento-del-valle-de-manzanedo-que-se-proceda-a-la-recuperaci%C3%B3n-de-los-bienes-de-dominio-p%C3%BAblico-usurpados
“Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, pero quizás desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable”. Eduardo Galeano
Fuente; email recibido de Santa María de Rioseco