"Tenemos la impresión de que Washington estaba esperando para tirar por la borda a Mubarak", en cuanto los manifestantes empezaron a cuestionarlo seriamente, dijo un alto funcionario israelí que solicitó permanecer en el anonimato.
El apoyo de Washington a la revuelta en Egipto contra un régimen hasta ahora considerado como un aliado fiel de Estados Unidos, es severamente juzgado en Israel, al punto de asimilarlo a un "abandono" que podría tener graves consecuencias en la región.
No obstante, el gobierno israelí no ha criticado públicamente la posición estadounidense para no provocar tensiones con Barack Obama, un presidente con el que los sectores de derecha de Israel consideran tener menos afinidades que con dirigentes norteamericanos más conservadores, acotó AFP.
En cambio, en medios gubernamentales o en la prensa, las críticas son más abiertas.
"Tenemos la impresión de que Washington estaba esperando para tirar por la borda a Mubarak", en cuanto los manifestantes empezaron a cuestionarlo seriamente, dijo un alto funcionario israelí que solicitó permanecer en el anonimato.
"En los últimos días, Estados Unidos moderó un poco su posición, pero no quita que abandonó (a Mubarak), lo cual es sumamente preocupante", agregó.
"La fidelidad no tiene precio, en particular en Medio Oriente", agregó. Más allá de las críticas "al régimen autocrático" de Mubarak, al "abandonarlo", Washington corre el riesgo de socavar la credibilidad de su política exterior, aseguró.
Israel se vanagloria de ser la única democracia de Medio Oriente y suele denunciar la falta de democracia en sus vecinos árabes. No obstante, el Estado israelí no expresa simpatía alguna por la rebelión popular contra el régimen de Mubarak y subraya el riesgo de que los islamistas terminen tomando el poder en ese país.
Dori Gold, ex embajador de Israel en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y allegado al primer ministro Benjamin Netanyahu, estimó en la prensa que Obama cometió el mismo "error" que su predecesor Jimmy Carter en 1979 ante la Revolución Islámica en Irán, que derrocó al régimen del Sha Mohamad Reza Pahlavi, un aliado de Estados Unidos.
"Todo el mundo se da cuenta de que Mubarak se tiene que ir. Pero cabía esperar que Estados Unidos no abandonase así a un hombre que era su mejor aliado desde hacía décadas y una barrera ante el islamismo", escribió el diario Yediot Aharonot.
"¿Qué van a pensar sus aliados en la región al ver a Washington tratar así al régimen egipcio", se preguntó el periódico.
Para Aytan Gilboa, profesor de ciencias políticas en la universidad de Bar Ilan, cerca de Tel Aviv, Estados Unidos "le clavó un cuchillo en la espalda a su aliado" egipcio, cuando "hubiera podido criticarlo con mayor discreción".
Si bien el Senado estadounidense apoya unánimemente esa política, Gilboa estima que nada comparable podría sucederle al Estado de Israel, ya que cuenta con un fuerte apoyo en la opinión pública de Estados Unidos.
"Israel no tiene nada que temer de posibles cambios en la política estadounidense, pero sí tiene mucho que temer de lo que está pasando en Egipto", declaró por su parte el politólogo Shlomo Avineri, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, quien teme un ascenso de los Hermanos Musulmanes, opuestos al acuerdo de paz con Israel.
@Menos de la fotografía:El Universal