El logro lo obtuvieron científicos de la U. de Arizona en Estados Unidos a través del método de carbono 14
Hace años que científicos e investigadores intentan descifrar lo que el manuscrito Voynich contiene en sus páginas escritas por un autor desconocido en un idioma irreconocible. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Arizona en Estados Unidos, realizó un importante avance: logró determinar cuándo fue hecho el libro más misterioso del mundo.
Usando el método del carbono 14, el equipo dirigido por Greg Hodgins descubrió que las páginas del manuscrito datan del siglo XV, por lo que se derriba la teoría anteriormente expuesta de que el libro pertenecía al siglo posterior.
En la actualidad, el documento es propiedad de la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale. La historia de este libro comenzó cuando fue descubierto en la villa Mondragone, en las cercanías de Roma, en el año 1912, por el antiguo librero de origen lituano Wilfrid Voynich, quien dedicó el resto de su vida a intentar descifrarlo. Sin embargo, murió 18 años después sin entender ni una sola palabra.
En sus 200 páginas, el manuscrito combina caracteres de apariencia latina con otros que no se asemejan a los usados por ninguna otra lengua en el mundo, los cuales se ordenan en lo que parecen ser palabras y frases.
En su laboratorio, que está cubierto de tubos de acero inoxidable alternados con cámaras de vacío, Hodgins trabajó para terminar con la reciente investigación. El corazón del laboratorio es un espectrómetro acelerador de masas capaz de olfatear rastros de átomos de carbono 14 que se presentan en las muestras analizadas, dando pistas a los científicos sobre los objetos analizados.
Para obtener las muestras del manuscrito, Hodgins fue a Yale donde se habían identificado las páginas mejor conservadas para su investigación. “Me senté con el manuscrito Voynich en un escritorio frente a mí y delicadamente iba disectando los trozos de pergamino con un bisturí”, explicó el científico en una página de la universidad.
Cortó cuatro muestras de cuatro páginas y los llevó de vuelta a su laboratorio, donde fueron limpiadas a fondo. Luego la muestra se quemó, para separar el material de todos los compuestos no deseados y dejar sólo el contenido de carbono convertido en un pequeño polvo de grafito. Los expertos analizaron las tintas y pinturas que componen el manuscrito.
“En la datación de radiocarbono se necesita mucha habilidad para determinar una fecha de principio a fin. Hay bioquímicos, químicos, físicos, ingenieros y estadísticos trabajando juntos hacia este objetivo común”, dijo Hodgins.
Todos los intentos realizados para descifrar el manuscrito han derivado en múltiples teorías. Se cree que pudo ser un manual de medicina medieval o renacentista, sin embargo, otras teorías sugieren que fue un herbario, un libro de alquimia, de astrología, de microscopios o telescopios e incluso de energía nuclear. Con respecto al lenguaje, se presume que puede ser un código cifrado en algoritmos sobre las letras individuales. Así, se ha hablado de que podría llegar a ser una lengua artificial, lengua filosófica o un simple engaño debido a las extrañas características del manuscrito y el contenido de sus ilustraciones.
“No sabemos si es un código o una clase de sistema cifrado. Hay personas que están haciendo análisis estadísticos sobre el uso de la letra y la palabra en el manuscrito, usando herramientas para romper el código, pero aún no han logrado descifrarlo”, dijo Hodgins
@ Menos de la fotografía: Virginia Price/La Tercera.com