La filà Templaris de Dénia revive los orígenes de la Orden del Temple en tierras catalanas

La VII Semana Cultural reduce el programa de actos pero ofrece una divertida obra de teatro sobre la figura del rey Jaume I


La Filà Templaris celebra este año la séptima edición de su semana cultural con la programación de una obra de teatro, Les aventures de Jaume I, que se representará el jueves próximo, 19 de febrero, a las 20.30 horas, en el auditorio del Centro Social de Dénia.


La concejalía de Cultura ha colaborado con la filà cristiana en la organización del programa de actos que, según ha destacado el edil Juan Sancho, "demuestra la implicación y la participación activa de los Templaris en la sociedad dianense, no sólo desde el punto de vista festivo, sino también cultural".


Pere Escortell, miembro de la filà, ha lamentado que en 2009, "por motivos ajenos a los Templaris", el programa de la semana cultural se haya reducido notablemente.


Así, la tradicional regata de llauts no podrá celebrarse porque la autoridad portuaria no la ha autorizado debido a la intensificación del tráfico marítimo; tampoco se ha convocado el posterior concurso de paellas que tenía lugar en el Club Náutico.


Asimismo, Escortell ha señalado que la contribución anual de la filà a fines benéficos este año se aplazará "ya que la crisis económica también está afectando a nuestros colaboradores habituales".


A pesar de estos cambios, los Templaris sí que han podido cumplir en esta edición de su semana cultural con uno de los "objetivos que teníamos en mente desde hace mucho tiempo", señaló Escortell, un viaje cultural a tres castillos templarios en tierras catalanas. El fin de semana del 7 y 8 de febrero, la filà realizó una excursión a la ciudad medieval amurallada de Montblanc, el monasterio de Santa María de Poblet y el castillo de Miravet.


Cerca de 60 miembros de la filà, que este año ostenta la capitanía cristiana, pudieron admirar Montblanc y luego el monasterio, donde están enterrados algunos de los reyes de Aragón, una visita "didáctica y divertida" dado la parte mística que ofreció el monje que los guió durante la visita.


Luego visitaron las tierras del Ebro y un auténtico castillo templario como el de Miravet, ejemplo de arquitectura religiosa y militar de la Orden del Temple de todo Occidente.