Ante la crisis económica que asfixia a cantidad de hogares españoles, el gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero, ante su total incapacidad para solucionarla y sacarnos de ella, no tiene más remedio que lanzar cortinas de humo que distraigan la atención de los ciudadanos para disimular su nula capacidad de acción frente a la crisis.
De esta manera anuncia sacar una nueva ley del asesinato, perdón, del aborto. Una nueva ley que permitirá el aborto libre, sin ningún tipo de cortapisas, es decir, no hará falta poner excusa alguna para matar a un niño, no hará falta nada más que la decisión de esa mala madre para asesinar a su hijo.
Un gobierno basado en la muerte, en el asesinato de miles de inocentes, en el crimen legalizado. Un gobierno cómplice de asesinato, colegita de las criminales clínicas proabortistas, un gobierno que no duda en legalizar la masacre de inocentes con tal de ocultar su inutilidad para gobernar, es un gobierno criminal, un gobierno asesino, un gobierno que debería ser alguna vez juzgado por crímenes contra la humanidad, porque por mucho que digan y se esfuercen en intentar convencernos de que matar al feto no es matar a un ser humano, no podemos dejar de recordar a aquellos que decían que matar a un judío o a un negro no era matar a un ser humano.
¿Durante cuanto tiempo la esclavitud fue legal porque unos cuantos criminales decidieron que el ser humano de color negro no era más que un animal? Y se separaban a padres e hijos, se dividían familias, sin tener en cuenta sus sentimentos, todo porque LEGALMENTE no eran más que animales. Hoy eso nos parece una monstruosidad, pero no hace tanto que se llevaba a cabo. Con la legalización del aborto pasará lo mismo. ¿Quien son esos criminales para decir que no es un ser humano al que se asesina en el aborto? ¿En que se basan para saltarse la Constitución que avala el derecho a la vida?
Estos hipócritas que van de progresistas, cuando no son más que unos indecentes impresentables criminales, vestidos de ministros o diputados, quieren hacernos creer que la madre tiene derecho sobre su cuerpo y por eso puede decidir sobre la vida del feto. Efectivamente tiene derecho sobre su cuerpo, pero no sobre el del niño, no sobre esa vida que crece en su interior. Y ya no hablemos de esas clínicas de asesinos que olvidándose de su juramento al finalizar la carrera se dedican a quitar vidas en vez de intentar salvarlas. Esos mierdas de médicos, criminales sin escrúpulos que basan su poder económico sobre los cadáveres de miles de inocentes, ayudados por los "progresistas" diputados y ministros que ven más fácil asesinar a inocentes que hacer unas políticas que miren por los derechos de las personas a vivir dignamente, son los modernos verdugos, sin capucha pero si con esas mascarilllas de quirófano donde se trocean y desmiembran a seres humanos que tan solo son culpables de intentar vivir.
Un gobierno donde la preocupación por saber donde están los represaliados de la guerra civil no le impide crear nuevas cunetas virtuales en las que enterrar a miles de nuevas víctimas, y decimos cunetas virtuales cuando realmente son contenedores de basuras repletas de miembros de niños y niñas asesinados por el capricho de sus madres y padres para enriquecer a esos modernos asesinos de bata blanca.
Eso es lo que nuestro gobierno, nuestro criminal gobierno quiere hacer, completar la masacre. Como no deben ser bastantes los asesinatos cometidos con la actual ley del aborto, tienen que sacar una nueva ley que complete el círculo y ya se pueda matar sin motivo alguno a esos inocentes seres humanos indefensos.
Desde esta página siempre apoyaremos a los grupos defensores de la vida, a las asociaciones provida, utilicen el método que utilicen, no nos importa, siempre los defenderemos y alentaremos a continuar la lucha por salvar a las inocentes víctimas del aborto.
Luego se quejan las clínicas y esos asesinos que trabajan en ellas que les acosan, que les insultan, que les tiran pintura roja en las paredes. ¿Y que quieren? recogen lo que siembran. Ellos siembran muerte y recogen el desprecio y el rechazo de una parte de la sociedad a la que no solo le importan las matanzas de bebes focas en Alaska, también les importa la matanza de bebes humanos en esos nuevos y legales centros de exterminio.
Un médico abortista no es más que un asesino con carrera. Un político proabortista no es más que el cómplice necesario para esos asesinos de carrera, y una mujer abortista no es más que una brutal y cruel criminal que asesina a su propio hijo y que no merece ser llamada madre nunca.
El aborto es el asesinato más cruel que hay, porque se hace contra un ser indefenso, contra un ser humano completamente inocente. Que fácil es acabar con él. Ni tan siquiera hay que mirarle a los ojos, ni tan siquiera hay que verlo, solo trocearlo, succionarlo y tirarlo.
Que vergüenza ajena y que asco. Que criminales asesinos. Y encima quieren convencernos que los equivocados somos nosotros. Me van a perdonar, pero, que HIJOS DE PUTA.