L´Atzúbia abre al público el monumento del siglo XV tras permanecer durante 25 años cerrado pese a ser municipal - Es el único palacio gótico de la Marina Alta y está relacionado con la arquitectura civil de la Safor
El castillo de Forna ha vivido hasta ahora varias paradojas. No es un castillo (incluso se ha fantaseado con que se trataba de una fortificación templaria), sino un palacio gótico del siglo XV. Eso sí, tiene torres de defensa y aspilleras para los ballesteros. Además, ha estado cerrado a cal y canto durante los últimos 25 años como si fuera de propiedad privada. Pero es municipal. El Ayuntamiento de l´Atzúbia, gobernado desde 1979 por UCD, AP y el PP (siempre con Manuel Reig de alcalde hasta que falleció en 2009), se olvidó del castillo. Eso ha cambiado. El nuevo alcalde es Josep Vidal Torralba, de Iniciativa de l´Atzúbia i Forna, y ha decidido abrir, por fin, las puertas de este magnífico palacio gótico.
Además, el arqueólogo Josep A. Gisbert ha retomado una investigación que inició en 1984.
El castillo de Forna empieza, por tanto, a emerger del olvido. Renace ahora como monumento público (es BIC y de ahí la obligación legal de difundirlo) y seduce por su bella arquitectura. Es un palacio único en la Marina Alta, aunque sí está emparentado con el gótico civil de Oliva y Gandia. Y esconde una colección de grafitis del siglo XV muy bien conservada. Los dibujos de la celda de la torre recrean escenas marítimas de navíos medievales, justas de caballeros y un combate con una criatura fantástica. Su desconocido autor, que pudo realizarlos mientras estaba preso, construyó un relato estructurado que excita la imaginación de quien lo contempla ahora, cinco siglos después, y lo transporta al mundo de las cruzadas.
Todos esos secretos estarán a partir de hoy al alcance del público. La concejala de Cultura, Maria Oltra, anunció ayer que hoy mismo, a las 18 horas, se realizará la primera visita guiada. Además, durante todo el mes de agosto, hay programadas visitas todos los sábados a las 11 y 19 horas.
El alcalde de l´Atzúbia, la edil de Cultura y el teniente de alcalde de Forna, Ángel Ramon Alemany, junto al arqueólogo Josep Gisbert, abundaron ayer en que el objetivo es dar a conocer un monumento cuyo gran valor histórico y arquitectónico contrasta con el silencio en el que ha estado envuelto.
«Es un palacio del siglo XV en estado puro. No hay intervenciones posteriores que lo hayan alterado», subrayó ayer Gisbert. El arqueólogo explicó que la familia noble de los Cruïlles adquirió la Señoría de Forna en 1435 y, pocos años después, construyó este palacio. La población de Forna era entonces morisca y de ahí que los muros sean de tapial. El ladrillo de los arcos, la mayoría ojivales, es el otro elemento constructivo.
@ALFONS PADILLA, (L'Atzúbia)/Levante-EMV.com