Hemos agotado las jornadas de luto por el alma del Freyre ++Francisco Gelbert. ESo no significa que deje de estar presente en nuestras oraciones, que siempre lo estará, ni significa que pasemos página como si no hubiera estado nunca con nosotros, pues independientemente de saber que nos espera en la otra Orden, esa que está formada por los +Hermanos que murieron antes que nosotros, sería un error no aceptar que la Orden está formada tanto por los +Hermanos que ahora estamos en ella, como por los que estaron y ahora gozan del rostro de Nuestro Señor en el Reino de la Luz, como por los +Hermanos que aún no conocemos pero que vendrán en un futuro. Todo eso es el concepto de integración de la Orden. Pero además tenemos a la familia de nuestro querido +Hermano Paco, que es nuestra familia, que son de nosotros, son parte de la Orden, y como tal tenemos que mirar por ellos.
El dolor se ha apaciguado, ya no es tan intenso como cuando llegó la temida noticia anunciando su marcha. Las lágrimas ya no brotan salvo en contadas ocasiones y situaciones muy particulares. El sentimiento de fraternidad eterna ha superado al del dolor, y el convencimiento de volvernos a encontrar de nuevo es la esperanza de todo cristiano, más en nosotros, cuyos fuertes vínculos nos amarran unos con otros más allá de la muerte, que no puede romper esa unión espiritual, esa cadena que nos une a los +Hermanos que marcharon hace siglos y a los que apenas hace seis días que fueron llamados por Nuestro Señor.
Pero hoy quiero subirles un documento que me ha mandado el +Hermano +Pedro García, un documento que he guardado durante estos días para subirlo hoy. Quizás ayude a algún +Hermano, quizás colabore a estructurar, si eso es posible el dolor de la pérdida, una cadencia de duelo. No se, a mi me vale con saber que el Frater que se ha marchado está allí donde iremos todos algún día, y que desde allí continuará velando por nosotros, sus +Hermanos en Xtº, por sus +Hermanos de la Orden del Temple.
Ahora lean si les place el documento enviado por el Freyre +Pedro García:
COMO AFRONTAR LAS PERDIDAS
Durante toda nuestra vida, desde nuestra más tierna infancia, nos vemos enfrentados a la pérdida continuamente. Cada etapa de nuestra vida trae consigo sus propios tropiezos con su propio grado de importancia y dificultad.
Igual de difícil será para un niño la pérdida de su juguete favorito, que para un adolescente la pérdida de un año escolar, como para un adulto perder su empleo. Cada uno a su manera enfrenta la pérdida en distintos momentos y formas.
Teniendo en cuenta esto podemos decir que la pérdida hace parte de nuestro diario vivir, y es nuestra forma de verla la que hace más fácil o más difícil. Como sea que ésta se presente y cualquiera que sea su grado de dificultad, es importante aprender a sobrellevarla, saber reconocer el duelo, vivirlo y dejarlo pasar.
Proceso del Duelo
En términos generales el duelo, como resultado de una pérdida, pasa por las siguientes etapas:
1. Incredulidad y Negación
2. Problemas Físicos
3. Problemas Emocionales
4. Aceptación
Para poder superar el duelo, es necesario dejarlo fluir y permitirse vivirlo en cada una de sus etapas, además de evitar enfrascarse en lo que llamamos nosotros "El Camino del Peligro".
Te pierdes en este camino cuando te sumerges en:
1. Inactividad, sintiéndote incapaz y negándote la posibilidad de hacer cosas o participar en actividades que te distraigan.
2. Escapismo, manteniéndote ocupado todo el tiempo, hasta el agotamiento.
3. Obsesión con el suceso, si insistes en recordarlo todo el tiempo y sigues alimentando tu sensación de pérdida y tu dolor.
4. Licor
5. Drogas
6. Decisiones equivocadas e impulsivas
7. Suicidio
8. Dañar relaciones, interfiriendo en ellas con culpas y resentimientos.
9. Enfermedades crónicas, producto de depresiones, descuido y sentimientos malsanos.
Toda pérdida produce dolor, y una de las formas en que puedes superar ese dolor es aprendiendo de él, descubriendo detrás suyo las enseñanzas que trae como un regalo para ti. Cuando lo haces puedes ver que el dolor es...
- Un llamado a la Superación
- Una señal para avanzar
- Una señal para cambiar
- Una señal de que hay algo por aprender
- Una señal para emprender nuevos desafíos
Además de todo esto, el dolor te facilita el encuentro con tu Maestro Interior (el Espíritu Santo) . No quiere decir esto que para encontrarte con él necesites del dolor, sino que al sentir dolor tu búsqueda de paz se conduce hacia él. Busca dentro de ti y encontrarás a tu propio sanador, tu Maestro Interior, con su ayuda lograrás:
- Entender la fuente del problema
- Encontrar mecanismos para recuperar el equilibrio, la armonía y la salud
Al superar el dolor nos podemos dar cuenta que:
- Nos conocemos mejor
- Nos amamos más
- Nos liberamos del pasado
- Vemos el presente con más claridad
- Vemos el futuro con más fe
- Mejoramos nuestras relaciones internas y externas, ya que aprendemos a valorar más a nuestros seres queridos y a aprovechar el tiempo que pasamos con ellos.
Para superar una pérdida, especialmente cuando se trata de un ser querido, es muy útil que tengas en cuenta que:
1. La muerte no existe como algo definitivo… es un momento del proceso de vivir eternamente.
2. Respetar el momento de la partida y acompañarle en su regreso al Padre
3. Toda crisis nos conduce a un cambio
4. Si te has dejado llevar por el Camino del Peligro, puedes retornar a la paz cuando quieras.
5. El amor es eterno, nunca muere, no tiene tiempos, distancias ni dimensiones. Nunca perderás el amor de quienes te aman, aunque ya no pertenezcan a este plano físico.
6. Siempre podrás canalizar su energía hacia el servicio a los demás, así, dando aprendes a recibir.
Recuerda que estamos unidos eternamente, venimos del amor y a él hemos de volver.
Todo a nuestro alrededor nos habla de eternidad, simplemente observa las flores que nacen y mueren, los frutos que se vuelven semilla para dar más frutos, los ríos que parecen morir al llegar al mar y luego retornan para hacerse río otra vez.
Enviado por el Caballero Templario Fr. +Pedro Garcia