No importa. A esos personajes musulmanes que vienen de fuera para oficialmente predicar y en realidad reclutar nuevos muyahidenes con los que continuar sus asesinatos en nombre de una mal llamada y peor entendida "guerra santa", nadie los ha invitado. Lo mejor que pueden hacer es volverse a su tierra y una vez allí, fuera de nuestras costumbres, fuera de nuestra sociedad, fuera de nuestras fronteras, hacerse lo que les venga en gana entre ellos, matarse, lapidarse o cortarse las manos, inmersos en esa sociedad infinitamente machista y medieval.
Éste no es uno de sus paises, donde cuentan con la colaboración de todos, unos por miedo y otros por fanatismo. Aquí que tengan cuidado, toda acción puede desencadenar una reacción, y no me cabe duda que reaccionaremos ante los ataques de estos racistas con chilaba y no pararemos hasta que se sienten ante un banquillo de justicia. Si ellos graban, nosotros también también grabaremos, si ellos fotografían, nosotros también fotografiaremos, si ellos apedrean.....ya veremos que ocurre, pero en este pais ya hemos aguantado durante mucho tiempo a asesinos encapuchados.
Esperamos del gobierno que ataje a tiempo estos movimientos racistas e intolerantes de esos salafistas y que obligue a que las mezquitas que están en locales, garajes y demás lugares no autoprizados y sin licencias cierren, multando a los titulares de la propiedad o del contrato de alquiler. Para eso tiene a los Cuerpos de Seguridad del Estado. De no hacerlo, él será el responsable de lo que ocurra, y con esta gente puede ocurrir cualquier cosa.
De momento, ustedes vayan preparándose para lo que pueda venir. Amenaza tormenta.
FTAT, NND, Fr. +Anselmo de Crespi
Musulmanes salafistas encapuchados agreden a vecinos de Guadalajara
Expertos policiales alertan de la instalación del salafismo en el Corredor del Henares. Han adquirido un local para instalar una mezquita.
La asociación de vecinos del barrio de los escritores de Guadalajara ha denunciado al menos seis agresiones por parte de jóvenes musulmanes encapuchados durante las concentraciones en contra de la apertura de una mezquita.
El mes pasado se supo que la asociación musulmana de Guadalajara había comprado por 100.000 euros un local en la calle Leopoldo Alas Clarín para instalar definitivamente la mezquita de la ciudad. La asociación de vecinos del barrio se movilizó en contra y organizó una concentración, donde recibieron la visita de encapuchados que les arrojaron piedras causando lesiones al menos a seis vecinos La preocupación de los vecinos aumentó este miércoles al saber que de los 10 congresos salafistas celebrados en España en 2010, ocho se celebraron en Cataluña, uno en Vizcaya y el último en Guadalajara.
El salafismo es una corriente radical derivada de los Hermanos Musulmanes, muy extendida en el norte de África, a la que pertenecían los autores materiales de la masacre del 11-M y el grupo Al Qaeda del Magreb Islámico.
Alarma en la Policía
Fuentes policiales han manifestado a LA GACETA que el objetivo principal de la Policía consiste en evitar que el imán de Guadalajara, imitando el caso de Lérida, consiga propagar su mensaje extremista por el Corredor del Henares, donde hay una nutrida comunidad musulmana. Pero se lamentan de “que la única función de las brigadas de información consiste en trasladar al subdelegado del Gobierno en la provincia la información sobre las actividades y riesgos, para que sea ella quien decida”. “En todo caso, desde la Policía no tenemos capacidad de decisión”, concluyen.
José María Benito, portavoz del SUP, denuncia que la implantación de la mezquita de Guadalajara podría crear un ambiente próximo al salafismo radical, cuyas primeras víctimas serían los propios musulmanes moderados.
En la misma dirección se explica el experto en Relaciones Internacionales de la UNED, Florentino Portero, quien denuncia que la realización de un congreso salafista en Guadalajara sólo se puede interpretar de dos formas. La primera, que se quiere organizar a la comunidad salafista en el Corredor del Henares: Le segunda, que se quiere intensificar la presencia salafista en la zona. La manifestación celebrada el miércoles arrancó a las 20.00 en la calle Leopoldo Alas Clarín 1, y continuó con normalidad por la calle Julián Besteiro. Cuando alcanzaba la avenida del Ejército, los organizadores alertaron de un hecho insólito: un magrebí había salido del interior del parque y provisto de una cámara de vídeo se había puesto enfrente de la manifestación y había comenzado a grabar a los vecinos que concurrían a la misma.
Finalmente, la cabecera llegó a la plaza del ayuntamiento, donde se leyó un manifiesto.
Menos el comienzo firmado por mi, @Rodrigo Gavilán, (Madrid)/La Gaceta