El idioma judeoespañol sobrevive en los balcanes.
Un nuevo libro trata de salvar del olvido esta lengua que los judíos españoles (sefardíes) llevaron en el siglo XVI.
El bosnio Eli Tauber, autor de “El idioma judeoespañol en Bosnia-Herzegovina”, explicó que su obra es resultado de años dedicados a la investigación en archivos, periódicos, museos, biografías, memorias y conversaciones con expertos y amigos.
Es que hasta la Segunda Guerra Mundial cerca de una quinta parte de la población de la capital Sarajevo (unas 12.000 personas) era de origen sefardí y el ladino se habla en todas partes de la ciudad.
El ladino local tuvo además fuerte influencia de otras lenguas de la zona, como el turco o idiomas eslavos de la región, como el serbio o el croata.
Según Tauber, su libro desea mostrar “con cuánto amor los sefardíes han guardado y preservado ese español medieval, el lenguaje de Cervantes” a lo largo de los siglos. “Durante cientos de años lo guardaban celosamente en Bosnia, y es un valor que sin duda debe ser respetado. Los sefardíes nos consideramos de alguna manera como diáspora española”, indicó el autor, hijo de madre sefardí y padre ashkenazí (judío alemán).
“Hasta la Segunda Guerra Mundial incluso guardábamos las llaves de nuestras casas en España. Preservamos el idioma, refranes, romances y cocina”, cuenta Tauber.
En Sarajevo quedan apenas dos personas que siguen hablando el ladino. Uno de ellos es el jubilado Moris Albahari, de 81 años.
“Sarajevo fue hasta la Segunda Guerra Mundial una pequeña Jerusalén”, recordó Albahari. Se refería a la convivencia pacífica de las tres grandes religiones monoteístas (Judaísmo, Cristianismo e Islam) en Sarajevo.
El dato
Holocausto. Hasta la Segunda Guerra Mundial, Sarajevo fue un importante centro para los judíos en los Balcanes. Casi todos los médicos del país eran judíos. Los nazis asesinaron al 85 por ciento de la población.
@Nedim Hasic. Sarajevo./ EFE