ORDEN DE LOS POBRES CABALLEROS DE CRISTO DEL TEMPLO DE JERUSALEM.
ORDEN DEL TEMPLE
La ciudad de Lugo dispondrá en unos meses de nuevos atractivos en su oferta patrimonial, ya que son varias las actuaciones que se llevan a cabo en este momento para su puesta en valor. La recuperación y musealización de la piscina romana de Santa María avanza a buen ritmo, la restauración de la capilla mayor de la catedral ha comenzado y este año está previsto que quede expuesto un tramo de acueducto romano en San Marcos, hallado durante la reforma de ese espacio.
Sin embargo, no todos los hallazgos corren la misma suerte. Todo parece indicar que los restos de la iglesia encontrada hace unos años en el solar contiguo al Círculo das Artes permanecerán ocultos durante bastante tiempo.
En un primer momento, la Dirección Xeral de Patrimonio dictaminó que las estructuras debían conservarse in situ e integrarse en el desarrollo urbanístico que se propusiese para el lugar, donde hace años que el Círculo prevé construir un edificio para ampliar las instalaciones. Según informó ayer su presidente, Jesús López, el inmueble se retranqueará unos metros para no afectar a los restos arqueológicos, que fueron tapados con una capa de arena y manta geotextil y así seguirán, indicó.
El derribo, a principios de la década pasada, de las edificaciones que había en el lugar supuso la aparición de estructuras de un edificio de planta basilical que podrían ser de la iglesia medieval de Santiago, que se sabía que estaba ubicada en las Cortiñas de San Román (actual Praza Maior) porque en una escritura de 1286 se hace referencia a un edificio de las Cortiñas que era contiguo a la capilla de Santiago, tal como explicó en su momento el historiador Adolfo de Abel Vilela.
Pero, además, se comprobó que las estructuras tienen varios momentos de ocupación. Por un lado, se descubrieron restos de un edificio rectangular con una sola nave y un ábside de época tardorromana (entre los siglos V y VIII), ya que además tiene suelo de opus signinum, una mezcla muy utilizada por los romanos.
Por otra parte, se comprobó que en la alta Edad Media el edificio fue compartimentado con un muro de gran factura y la zona del ábside fue rodeada por un anillo circular de piedra. En esa época, el edificio tenía un banco corrido y un contrafuerte por su lado sur. Se extendía por debajo del Círculo y queda por saber si contaba con una zona de enterramientos.
No está descartado, además, que el edificio tuviese una fase plenamente romana, ya que entre el material hallado en un pozo próximo se encontraron restos de estucos de esa época. También se encontraron una lanza de metal, piezas de uniformes militares y cerámicas con grafitos de época romana. Sin embargo, el Círculo no está en este momento por la labor de musealizar esos restos. «Eso forma parte del patrimonio de Lugo y el Círculo es una sociedad particular y no se le puede obligar a buscar dinero para eso. Ya llevamos gastados 180.000 euros en las excavaciones, que todavía no hemos cobrado, por lo que lo hemos llevado al juzgado», afirmó López.
El nuevo edificio se construirá desde la Praciña do Colexio hacia atrás, aunque no llegará a la zona de los restos arqueológicos, indicó el presidente del Círculo. El inmueble llevará dos sótanos, bajo, tres plantas y una cuarta bajo cubierta y la primera fase ya comenzó. La fachada deberá ser igual a la de las casas que había en el lugar.
En este momento, los obreros están desmontando parte del muro de una de las casas que había en el solar, que todavía permanecía adosado al Círculo. Los escombros caen sobre la capa que protege los restos arqueológicos. Según el presidente del Círculo, están suficientemente protegidos, una opinión que no comparte el arqueólogo Francisco Herves, de Arqueoconsulting, la firma que realizó la excavación y que ya no continúa en el proyecto por desacuerdo con el promotor, que recurrió a otro equipo.
@C.U. / X.C.V. / El Progreso (Lugo)
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