El Patronato de la Alhambra y el Generalife desarrolla una serie de visitas que acercan al turista la zona más inaccesible del monumento nazarí, aquella que se esconde bajo el suelo y que narra, a través de mazmorras, sótanos y pasadizos, el lado menos conocido de la vida en la ciudad palatina.
El Patronato de la Alhambra y el Generalife desarrolla una serie de visitas que acercan al turista la zona más inaccesible del monumento nazarí, aquella que se esconde bajo el suelo y que narra, a través de mazmorras, sótanos y pasadizos, el lado menos conocido de la vida en la ciudad palatina.
Esta actividad forma parte de un programa de visitas guiadas con especialistas que ofrece la posibilidad de conocer rincones de la Alhambra que suelen estar cerrados al público por cuestiones de acceso, de espacio o de conservación. De ahí que estén pensadas para grupos reducidos y que tengan una duración mínima de dos horas, según ha informado a Europa Press el asesor técnico de Arqueología del Servicio de Conservación y Protección del Patronato de la Alhambra, Jesús Bermúdez López.
La visita 'Bajo el suelo de la Alhambra' permite al visitante conocer, por ejemplo, la función de los sótanos de las cuatro principales torres de la fortaleza nazarí: la torre de la Vela; la torre del Homenaje —el eje central de las distribución de los espacios palatinos—; la Torre de Comares y la Torre de los Siete Suelos.
En la parte de arriba de la Torre de Comares, la mayor de la Alhambra con 45 metros de altura, se encuentra el Salón del Trono, en cuyos muros se abren nueve pequeñas alcobas, iguales dos a dos, excepto la central, que estaba reservada al Sultán.
No obstante, el gran público desconoce que justo debajo de esta sala, en el subsuelo, se localizan una serie de espacios para la guardia personal del Sultán donde los soldados se comunicaban y desarrollaban estrategias para defender la vida de su señor y, por extensión, la del propio estado, dado que en el Sultán se concentraban todas las referencias de tipo religioso, político y administrativo.
Además, en este lugar existen una serie comunicaciones interiores que permitían a los guardas desplazarse más rápido de un lugar a otro para la protección del recinto nazarí.
Por otro lado, se encuentran las mazmorras. Según ha explicado López, en estos espacios angostos y sombríos se encerraba "a cautivos con un valor de cambio importante en esas sociedades medievales que estaban en permanente pugna en las fronteras del estado respecto de los cristianos y los musulmanes del Norte de África".
"También encontramos —bajo el suelo de la Alhambra— portillos; recursos de carácter urbano, militares y administrativos fundamentales para la vida en la ciudad palatina", añade el experto, que durante la visita ameniza los datos históricos y arqueológicos con las leyendas sobre el monumento nazarí que han perdurado en el tiempo.
@Europa Press