Por esas cosas de la diáspora templaria no nos hemos enterado hasta hoy de una triste noticia que priva a la Orden del Temple en general, sin distinción de ramas, de uno de sus mejores Caballeros, un +Hermano de los que la Orden necesitará siempre, un Templario de los pies a la cabeza, y del que sabemos continuará desde allí donde se encuentre velando por su amada Orden del Temple, a la que dedicó su vida.
Lamentablemente hoy tenemos que comunicar que Fr.++Francisco Climent Valladares, durante mucho tiempo Preceptor de la OSMTJ rama Porto y hasta el momento de su marcha hacia el Reino de la Luz Director de Proyectos OSMTJ, nos abandonó llamado por el Cristo, Nuestro Señor, el pasado 27 de abril del año en curso.
En palabras de su señora, se mantuvo trabajando en sus proyectos de Tierra Santa, etc. hasta el último de sus días, lo que dice mucho de la categoría y del amor por la Orden que profesaba este Gran Oficial Templario. Prueba de ello es que hoy, día en el que enterados de su marcha publicamos la noticia de la liberación de su alma inmortal, al tiempo que damos el pésame a su esposa, demás familia y +Hermanos de la OSMTJ, nos unimos en cadena de oración cinco ramas de la Orden del Temple, la OSMTJ (Gran Priorato de España, Porto), la OCET (Orden Católica Española del Temple), la OSMTH KTI, (Bailío de España), la SMOTH-MIT (Gran Priorato de España) y la ORDEN del TEMPLE (Orden del Temple Espiritual), rogando para que Nuestra Señora le acoja bajo su Piadoso Manto, protegiéndole de todo mal y llevándole hasta la Morada Eterna al lado de Dios Padre.
El
Señor es mi pastor, nada me falta.
En
prados de hierba fresca me hace reposar,
me
conduce junto a fuentes tranquilas
y
repara mis fuerzas.
Me
guía por el camino justo,
haciendo honor a su Nombre.
Aunque pase por un valle tenebroso,
ningún mal temeré,
porque Tú estás conmigo.
Tu
vara y tu cayado me dan seguridad.
Me
preparas un banquete
en
frente de mis enemigos,
perfumas con ungüento mi cabeza
y mi
copa rebosa.
Tu
amor y tu bondad me acompañan
todos los días de mi vida;
y
habitaré en la casa del Señor
por
años sin término.
HASTA QUE NOS VOLVAMOS A ENCONTRAR QUERIDO+HERMANO