De esta manera el president da satisfacción a Esquerra Republicana, que desde hace días reclama que la petición de la consulta se haga por escrito
El Govern catalán era reticente a mandar la carta, con el argumento de que la petición de celebrar la consulta ya estaba hecha verbalmente en la última reunión que mantuvieron Mas y Rajoy; pero la presión de Esquerra Republicana ha podido más. Los socios parlamentarios de Convergència i Unió -que le controlan los tiempos- consideran que de esta forma se visualiza mejor la más que previsible negativa de Rajoy a la consulta y creen que esto les da más legitimidad y argumentos para tomar, o forzar a tomar al govern, posibles decisiones posteriores.
Sea como sea, este viernes se ha oficializado la petición de la Generalitat para celebrar la consulta. De hecho la carta emplaza formalmente a Rajoy a abordar el diálogo y la negociación que lo permitan en el plazo "más breve posible".
El president plantea la consulta como la única salida a la "situación de bloqueo" ante la "incapacidad de dar respuesta por parte de las instituciones del Estado a las propuestas presentadas desde Catalunya" especialmente puesta de manifiesto cuando la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut que, según Mas, "en gran parte anuló la voluntad democrática de los catalanes".
Finalmente, Artur Mas no ha adjuntado al envío el informe que le entregaron sus asesores donde se detalla con argumentos jurídicos las vías para celebrar la consulta. El texto pone hincapié en que la mejor forma es acordarlo con el Estado aunque también avala otras como la celebración de unas elecciones plebiscitarias y en última instancia una declaración unilateral de independencia desde el Parlament. Este documento, según detalla la carta, se le hará llegar al presidente Rajoy en los próximos días.