Exposición: "Jerusalén. Ciudad de la Pasión"

En el día de ayer fue presentada la exposición "Jerusalén. Ciudad de la Pasión". Una exposición que se encuentra instalada en el muro perimetral de seguridad de las obras de la Catedral de La Laguna.

En el acto de presentación e inauguración de la exposición asistieron el Obispo, Bernardo Álvarez, el deán de la Catedral, Julián de Armas, el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, la concejala de Cultura, Julia Dorta y el comisario de la exposición, Ángel Quintero.

Una exposición fotográfica titulada "Jerusalén. Ciudad de Pasión", de la empresa "Harmatan-Grupo de Estudios Africanos". Ángel Quintero, miembro de esta empresa y comisario de la exposición manifestó en la rueda de prensa de ayer que "la obra pretende dos objetivos: por un lado, dar a conocer una faceta de Jerusalén como ciudad Patrimonio de la Humanidad y ciudad de las Tres Culturas", y con ello -matizó Quintero- "se nos explica por qué Jerusalén está considerada por las tres grandes religiones como el corazón de las mismas". Y un segundo objetivo de la muestra fotográfica es "reflejar, a través de una serie de paneles, todos los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Pasión de nuestro Señor Jesucristo".

Otro de los miembros de la empresa organizadora de la exposición es Fermín Correa quien explicó los datos técnicos de la muestra: " La exposición consta de seis paneles de tres metros de alto. Algunos de tres metros de largo y otros de cuatro. El inicial mide cinco metros de largo y constituye el punto de partida de la secuencia lógica y cronológica de lectura de los paneles que, en este caso, es de derecha a izquierda. Tenemos este panel introductorio y luego todos los pasos de la Pasión con textos explicativos".

La misma se encuentra ya instalada en el muro perimetral de seguridad de las obras que se están realizando en la Catedral de La Laguna. Por ello, al ser una muestra que se expone en el exterior, el material que se ha utilizado es -según Correa- "vinilo especial fotográfico para exteriores montado sobre policarbonato concebido para soportar, sin problemas, las inclemencias meteorológicas".

JERUSALÉN

Es viernes medio día, el sol castiga implacable la ciudad, delante de mí, cristianos etíopes cargan una cruz y rezan. El muecín de la Mezquita de Al Aksa está llamando a la oración. Hay un joven miliciano con su fusil a la espalda, colocándose la kipá entornando su cabeza frente al Muro de las Lamentaciones y llorando.

En mis oídos, retumban las campanas de la iglesia construida por Santa Elena, madre del Emperador Constantino, y a mi derecha, un grupo de judíos leen los rollos de la Torá con enfervorecida pasión. La atmósfera es densa, pero mágica, sólo concebible en un lugar único. Yerushalaim (ciudad de paz en Hebreo) o Al kuds (la santa para los musulmanes) o Jerusalén (para los cristianos).

Caminar por sus calles es encontrarse con Abrahán, el Rey David o Salomón, pero también con Saladino, Sulaimán el Magnifico o con los Turcos Mamelucos, e inevitablemente con las huellas de Poncio Pilatos, los Caballeros Templarios y por su puesto “Joshua ben Joseph”, Jesús el hijo de José y cada uno de los rincones por los que caminó, predicó, murió y resucitó.


¡SHALOM JERUSALEN!

@Redacción Religión Cope Tenerife