MÉXICO REACCIONA POR FIN PESE A LOS ALARMISMOS CREADOS
Misa multitudinaria en la Basílica de Guadalupe Foto Cristina Rodríguez
Luego de las restricciones sanitarias por la pandemia de influenza humana A/H1N1, en el primer domingo de misas se registró una afluencia baja de feligreses en la celebración de mediodía en la Catedral Metropolitana, donde no se respetó la separación entre las personas ni hubo distribución de gel antibacterial en los accesos.
En el recinto, la mayoría de los asistentes no portaban cubrebocas y sólo se respetó, a petición expresa de los religiosos, la medida de no darse la mano durante el saludo de paz (aunque hubo quienes sí lo hicieron), ni recibir en la boca la hostia.
En la homilía dominical de mediodía, presidida en Catedral por el cardenal Norberto Rivera, éste se pronunció por que después de esta crisis que nos amenaza con la influenza salgamos más fortalecidos.
Luego de felicitar a las madres en su día, y poner de ejemplo la entrega de éstas para con sus hijos, el cardenal Rivera Carrera hizo un llamado a los feligreses a mantener las medidas sanitarias de prevención. No descuidemos las orientaciones que las autoridades nos están dando, instó el prelado, quien instruyó a que después de cada misa se limpien las bancas en los templos.
Por otra parte, tras presidir la celebración de los 300 años de la antigua Basílica de Guadalupe, en entrevista con los medios el nuncio Christophe Pierre opinó que ante las actitudes xenófobas del exterior hacia los mexicanos, me extraña mucho ver que pueblos de América Latina se comportan así entre hermanos. ¿Qué significa la fraternidad de los latinoamericanos, cuando de frente a un hecho del que no somos responsables la gente se comporta así?, criticó.
En la reanudación de celebraciones litúrgicas en la capital del país, las medidas de higiene recomendadas por las autoridades de salud fueron prácticamente desatendidas por la feligresía, a pesar de que en recintos como la Basílica de Guadalupe el nuncio apostólico Christophe Pierre condenó la discriminación de la que han sido objeto en el mundo los mexicanos a causa de la epidemia de influenza.
Luego de las restricciones sanitarias por la pandemia de influenza humana A/H1N1, en el primer domingo de misas se registró una afluencia baja de feligreses en la celebración de mediodía en la Catedral Metropolitana, donde no se respetó la separación entre las personas ni hubo distribución de gel antibacterial en los accesos.
En el recinto, la mayoría de los asistentes no portaban cubrebocas y sólo se respetó, a petición expresa de los religiosos, la medida de no darse la mano durante el saludo de paz (aunque hubo quienes sí lo hicieron), ni recibir en la boca la hostia.
En la homilía dominical de mediodía, presidida en Catedral por el cardenal Norberto Rivera, éste se pronunció por que después de esta crisis que nos amenaza con la influenza salgamos más fortalecidos.
Luego de felicitar a las madres en su día, y poner de ejemplo la entrega de éstas para con sus hijos, el cardenal Rivera Carrera hizo un llamado a los feligreses a mantener las medidas sanitarias de prevención. No descuidemos las orientaciones que las autoridades nos están dando, instó el prelado, quien instruyó a que después de cada misa se limpien las bancas en los templos.
Por otra parte, tras presidir la celebración de los 300 años de la antigua Basílica de Guadalupe, en entrevista con los medios el nuncio Christophe Pierre opinó que ante las actitudes xenófobas del exterior hacia los mexicanos, me extraña mucho ver que pueblos de América Latina se comportan así entre hermanos. ¿Qué significa la fraternidad de los latinoamericanos, cuando de frente a un hecho del que no somos responsables la gente se comporta así?, criticó.
@Gabriel León Zaragoza
@La Jornada(México)
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