(Prólogo editorial Fratertempli)
Este artículo enviado por el delegado de Fratertempli en México nos habla de los previsibles ataques que recibirá la Santa Madre Iglesia, por parte de los seguidores de la secta destructiva llamada "La Santa Muerte", creada por narcotraficantes y nido de delincuentes y asesinos.
Llamar "Iglesia" a ese engendro de "La Santa Muerte" es mal utilizar una palabra que no fue creada para denominar la pantomima de pseudo religión que, por mucho que cuente con un cierto número de seguidores, no deja de ser un nido donde los delincuentes y sicarios encuentran "mano de obra" entre la miseria, refugio y valor para realizar sus criminales actos, que para eso lo crearon los narcotraficantes.
Un aplauso al Gobierno mexicano por su decidida postura de acabar con ese engendro que ampara y recoge en sus filas a tanto delincuente criminal. "La Santa Muerte" no es más que un invento de los "narco" que lo utilizan a su manera aprovechándose de la ignorancia y la pobreza de quienes les sigue.
EL ARTÍCULO RECIBIDO
Ofensiva de la iglesia de la Santa Muerte contra la Católica. Guerra Confesional
Procesion. Cientos de adoradores de la Santa Muerte marcharán en protesta por el Distrito Federal, este domingo.
David Romo Guillén, obispo de la Santa Muerte, anunció que esta congregación "ha iniciado una ofensiva" contra los ataques de la Iglesia católica, que la acusa de ser una secta y estar vinculada con narcotraficantes.
También exigió el cese a la destrucción de altares en Tijuana y Nuevo Laredo, por parte de elementos del Ejército y policías municipales que tumbaron 30 altares dedicados a la Santa Muerte que eran veneradas por sus pobladores.
Advirtió que de continuar la situación, "podría desencadenarse una guerra confesional con nefastas consecuencias para nuestra patria".
Por ello, el líder de la iglesia de la Santa Muerte envió misivas al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), a la Cámara de Diputados, al Senado y a la CNDH para que cesen los ataques del Ejército y del Clero romano "a nuestra devoción".
Exigencia.
Incluso David Romo puntualizó que también enviará misivas al nuncio apostólico, Christopher Pierre y al mismo Joseph Ratzinger, para exigirles respeto y que pare la discriminación y la marginación en su contra.
Romo Guillén anunció que mañana realizarán una marcha-procesión desde su sede apostólica, en Tepito, hacia el Zócalo capitalino a fin de exigir a las autoridades federales que paren sus ataques a los altares dedicados a la devoción a la Santa Muerte.
Pidió a los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, encabezados por Alliet Mariana Bautista Bravo, que nombren una comisión que se encargue de verificar y detener la destrucción de los altares de la Santa Muerte.
"Destruyendo imágenes que veneran un sector de mexicanos no detienen el crimen organizado ni los amedrenta", advierte en una carta enviada a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.
"Lo que logran es ofender y afrentar a un pueblo que desde el 2005 lucha contra el gobierno confesional por hacer valer su derecho de creer en otra opción religiosa (...) somos más de cinco millones de creyentes en el país", señaló David Romo.
El llamado arzobispo de la iglesia de la Santa Muerte apuntó que los que veneran a la "Niña Blanca" no merecen ser discriminados al ser catalogados todos como criminales.
También pidió la intervención de José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a quien le mandó una de las misivas para que se detengan los actos de intolerancia religiosa que autoridades municipales y militares están realizando en el norte del país, al derrumbar bajo el pretexto de la lucha contra el crimen organizado altares dedicados a la Santa Muerte.
"No existe constancia legal o documental de que los altares a la Santa Muerte hayan sido construidos por narcotraficantes ni existe argumento contundente que demuestre que los devotos de la Santa Muerte sean miembros del crimen organizado", aseguró.
Asimismo, David Romo envió una carta a los integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, encabezada por el senador Manlio Fabio Beltrones.
En la misiva, el representante de la también llamada "Niña Blanca" asegura al senador que es vano y poco creíble los argumentos esgrimidos por las autoridades que lo único que demuestran es que "están al servicio de la ultraderecha, y que se pretenden disfrazar una franca violación a los derechos humanos y a la libertad de culto que consagra la Constitución y el derecho internacional con un combate al crimen organizado".
Lamentó que dentro de poco tiempo será catalogado como delincuente todo aquel que porte o tenga una imagen de la Santa Muerte y eso "no puede pasar en una república democrática".
Y a la Conapred también le pide su intervención para detener los actos que realizan autoridades municipales de Nuevo Laredo y Tijuana contra altares de la Santa Muerte.
"La mayor parte de los devotos son mexicanos comunes que desde sus diferentes campos de la vida social y económica se esfuerzan por progresar con sus familias (...) no es justo que bajo el argumento de la guerra contra el crimen organizado atemoricen y destruyan los lugares que con tanto esfuerzo han levantado para expresar su fe", dijo.
@La crónica de hoy
enviado por Fratertempli México