Ante la prohibición de la Santa Sede, el equipo de producción tuvo que mandar camarógrafos disfrazados de turistas y utilizar cámaras especiales.
El diario inglés “The Guardian” se pregunta hoy ¿cómo se filma una película situada mayoritariamente en El Vaticano y sin el permiso de la Santa Sede? Y se contesta: "Si eres productor de la película "Ángeles y Demonios”, la secuela que antecede la famosa novela "El Código Da Vinci", entonces tienes que enviar camarógrafos haciéndose pasar por turistas para sacar más de 250 mil fotos y decenas de horas de filmación".
Así lo revela hoy “The Guardian”. Según el medio, el equipo detrás de la nueva película, basada en una novela anterior de Dan Browne, usó el material obtenido sigilosamente para recrear numerosos edificios papales, monumentos y fuentes de la Plaza San Pedro. Y todo utilizando cámaras muy pequeñas.
"El encargado de efectos especiales Ryan Cook dijo en la revista italiana "Ciak" que “la moratoria de filmar nos colocó en una situación de dificultad porque no podíamos realizar un sondeo fotográfico del lugar necesario para recrear las escenas. Por lo tanto, durante semanas tuvimos un equipo de personas mezclados entre los turistas que tomó miles de fotos y videos”, dice "The Guardian".
La nueva película tiene como protagonista al actor Tom Hanks, quien interpreta al experto en simbología Robert Langdon. Este busca detener la sociedad secreta llamada “Illuminati” que amenaza al Papa.El estreno de “Ángeles y Demonios” está programado para el 14 y 15 de mayo en Gran Bretaña y Estados Unidos respectivamente.