Como decíamos ayer, hablaremos hoy de la reunión del Consejo Nacional Templario, en el que estuvieron como siempre representadas la mayoría de las ramas de la Orden en España.
La consolidación del Consejo es un hecho más que probado, dándose las más favorables circunstancias para unificar criterios y avanzar juntos en el futuro del Temple en España, respetando, como no podía ser de otra forma, las particularidades de cada rama, que lejos de dividir, enriquecen a la Orden.
Obviamente no vamos aquí, entre otras cosas por que no es el sitio adecuado, a desgranar el acta y los acuerdos tomados en la reunión, pero viendo como de la mano escultora de los representantes de las ramas allí reunidas se va puliendo y dando forma al diamante en bruto que empezamos a forjar en su momento, quizás muy pronto podríamos organizar no ya una reunión del Consejo Nacional Templario Español, sino un capítulo en el que nos reunamos todos y cada uno de la totalidad d els miembros que componemos las distintas ramas, de manera que no solo los representantes miembros del Consejo Nacional Templario Español sean los que mantienen el contacto unos con otros, sino que facilitemos la convivencia entre todos lo +Hermanos/as de las diferentes ramas que lo componen organizando unas jornadas de encuentro.
Decimos esto para que sean también partícipes de la importancia de esta realidad que es el Consejo Nacional el resto de +Hermanos que aunque se encuentran representados por sus Priores y oficialesno asisten por no estar convocados a las reuniones del mismo.
Sería verdaderamente enriquecedor y maravilloso ver a todos los +Hermanos en esas jornadas de convivencia y fraternidad, de manera que el espíritu que impulsó a la creación del Consejo sea palpable en todos y cada uno de los miembros, y no solo comunicados de cada rama informando de los asuntos tratados y acuerdos tomados.
Hoy, después de la reunión en Roda de Ter, la función, estrategia y normas del Consejo Nacional Templario Español están mucho más clarificadas, presentándose un futuro alentador que nos anima a continuar la labor emprendida, máxime cuando otra rama está interesada en estar presente a través de sus representantes en el mismo, con lo que prácticamente toda la Orden en España estaría representada, quedando fuera grupúsculos sin mayor importancia que la de utilizar un nombre que no les corresponde, ni por sus actos ni por sus fines, grupos sin importancia alguna y que sirven de alimento a ambiciosos vendedores de medallas y prebendas y que tan solo salen en festivales de Moros y Cristianos y alguna fiesta más pero que son solo representaciones artísticas para desfiles festeros en ocasiones puntuales de alguna localidad española en la que lucen sus costosos uniformes y trajes de contenido medieval, sin en la mayoría de los casos guardar algún parecido con la histórica vestimenta templaria. Son algo asi como los personajes y figurantes de Mercadillos Medievales tan de moda ahora en la Península.