"Mi postura no debe entenderse como crítica a la Iglesia Católica"
Como miembro del Comité de Bioética del MSP, el sacerdote Gabriel Insaurralde estuvo a favor de la realización del aborto terapéutico. Si bien se considera antiabortista, señala que por encima de todo están los derechos de la mujer.
Seguro. Para el padre Gabriel, su postura no es contradictoria, ya que no defiende el aborto. Foto: Andrés Catalán.
EL SACERDOTE JESUITA GABRIEL INSAURRALDE INTEGRÓ EL COMITÉ DE BIOÉTICA CREADO POR EL MINISTERIO DE SALUD (MSP) PARA ESTUDIAR EL CASO DE LA MUJER CON EMBARAZO ECTÓPICO.
Al contrario de lo esperado de parte de un miembro de la Iglesia Católica, el religioso se mostró a favor de la interrupción del embarazo. Su punto de vista sumado a los de la viceministra de Salud, Raquel Escobar; el Dr. Vicente Acuña Appleyard, director del Hospital San Pablo, y de la Dra. Margarita Ferreira, asesora de la Organización Panamericana de Salud, entre otros profesionales, llevó al MSP a concluir que era " poco prudente" esperar a que se presentara una complicación, que en este caso en particular podría ser sumamente grave.Al contrario de lo que señalaba el sacerdote Benito Páez -quien considera que no se debe defender una vida y condenar otra-, para Insaurralde el aborto terapéutico practicado en la mujer de 35 años significó un bien para madre e hijo.
-¿Cuál fue su argumento durante la reunión en la que el comité de bioética del MSP determinó que el embarazo ectópico debía ser interrumpido de forma urgente?
-Mi argumento se basó en los principios básicos manejados por la bioética mundial, que recomienda el aborto terapéutico en caso de que el embarazo signifique un riesgo grave para la vida de la madre, y cuando la continuación del embarazo o el parto también significan un riesgo grave para ella.
-¿En qué se basó para llegar a tal determinación?
-En las reflexiones realizadas en la cátedra de bioética de la Pontificia Universidad Comillas de Madrid, y también de varios comités de bioética españoles. Por citar algún libro: El cerebro ético, de Michael S. Gazzaniga.
-¿Puede entenderse como crítica su postura con relación a la de la Iglesia Católica, la cual señala que aún en este caso riesgoso el embarazo no debe ser interrumpido?
-Mi postura no debe entenderse como crítica a la enseñanza de la Iglesia Católica, de ninguna manera. Yo concuerdo plenamente con el espíritu que mueve e inspira a nuestra Iglesia; quien, a su vez, se inspira en el Dios de la vida. Jesucristo dijo: "Yo vine para que tengan vida y vida en abundancia". Por eso somos antiabortistas. La vida debe dejarse realizar mientras se pueda naturalmente. En el embarazo ectópico, considerado como una anomalía natural, cuya viabilidad es nula naturalmente, y que solamente trae problemas para la madre y el feto mal formado, lo ético, según el principio de no maleficencia, contemplado por la Iglesia Católica, es la remoción del embrión mal formado. Esta remoción significa el bien para ambos.
Para mayor claridad recomiendo la lectura de El aborto terapéutico es ético, de mi compañero Carlos Novoa.
-¿Cuál es su postura respecto al aborto en general? ¿Lo considera una alternativa válida en el caso de violación?
-Yo soy antiabortista por creer en el Dios de la vida. Lo soy por fe. Tenemos que generar las condiciones básicas para que en Paraguay vivamos todos con calidad de vida, principalmente para la gente de los bañados, los chicos de la calle y los indígenas. Por eso, nunca recomendaría el aborto a una mujer violada. ¡Qué culpa tiene la criatura! Pero en definitiva, sobre todo esto, están los derechos de la mujer. Al final, por el principio de autonomía, tenemos que respetar la decisión de la mujer, sus condiciones reales de vida y la legislación vigente.
-¿Considera que el alto índice de mortalidad materna relacionado al aborto practicado en la clandestinidad es un argumento válido para la legalización del aborto en el Paraguay?
-El aborto es definido como un crimen, como una interrupción voluntaria del proceso normal de gestación. La mortalidad materna por causas clandestinas es un problema de falta de educación ética y formación en general. La ignorancia es lo que nos hace sufrir en Paraguay: "Na ñandejukái, ñande reko asýnte" (no te mata, te hace sufrir)Por esto, considero que el aborto no debe ser legal.
-¿Cree que el caso de la mujer, cuya cirugía fue realizada en el IPS, abre el camino para la despenalización del aborto en el Paraguay?
-No, de ninguna manera, no debería. El caso de esta mujer, que ya fue operada, es un caso aislado y, gracias a Dios, no frecuente. No se debe legalizar en base a un caso particular, la ley debe contemplar la totalidad o la generalidad, no en base a los casos raros.
La bioética mundial recomienda el aborto terapéutico en caso de que el embarazo signifique un riesgo grave para la vida de la madre.
MÁSTER EN BIOÉTICA Y DOCTOR EN FILOSOFÍA
Gabriel Insaurralde nació en Asunción el 18 de abril de 1964.
Es licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia, de la que egresó en 1992.
En el 2003 obtuvo una maestría en Bioética en la Pontificia Universidad Comillas de Madrid, España, y ese mismo año concluyó doctorado en Filosofía por la misma institución.
Desde el año 2008 ejerce el cargo de director del Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos (ISEHF), de la Compañía de Jesús en Paraguay.
Es además profesor de Lógica, Filosofía Medieval y Latinoamericana, e investiga en las áreas de ética, ecología, bioética, filosofía moderna y hermenéutica.
@Menos del título del post, Patricia Benítez/Última Hora.com