Metal no se conocía en el Artico. Se estima que se hizo en Asia y llegó a América por el Estrecho de Bering.
La misión original del proyecto buscaba entender la respuesta humana al cambio climático en el Cabo Espenberg, Alaska, entre los años 800 y 1.400, un período crítico en el Artico debido al llamado Período Cálido Medieval, en que la Tierra experimentó un alza de la temperatura entre los años 950 y 1250.
Pero, desenterrando una vieja casa esquimal de hace 1.000 años, Jeremy Foin, uno de los expertos a cargo de la investigación, se topó con un extraño objeto: una hebilla de bronce. Sabía que tenía entre sus manos, o bajos sus pies, algo extraño: los inupiat, como se conoció a los esquimales que habitaron la zona, ni ninguna cultura ártica conocían el bronce.
La explicación más plausible era que la pieza -datada en 1.500 años- había sido fabricada en Siberia, Corea, Manchuria o incluso el sur de China, donde el bronce es conocido hace miles de años. Lo que falta responder es cómo esta pequeña pieza llegó ahí. John Hoffecker, de la U. de Colorado, y quien dirigió el proyecto, tiene dos teorías. "Una es que pudo ser comercializada a través del Estrecho de Bering por otros inupiat que se encontraban en la costa asiática o que los ocupantes del Cabo Espenberg llegaron desde Siberia a Alaska hace unos 1.500 años y trajeron el objeto con ellos desde Asia", dice a La Tercera.
El hallazgo, explica el experto, habla de un nutrido intercambio cultural entre Asia y América, incluso, antes de la llegada de Colón. "Las personas que vivían a cada lado del estrecho eran un solo pueblo (inupiat). Hablaban el mismo idioma y tenían lazos familiares. Esto sigue siendo así incluso hoy, a pesar que la guerra fría separó familias. Un nativo una vez me dijo que veía al Estrecho de Bering como un gran río", dice Hoffecker.
Los arqueólogos creen que la pieza podría ser parte del ornamento de un mazo o del arnés de un caballo. Para determinarlo, contactaron a Kory Cooper, experto metalúrgico prehistórico, quien estudiará la pieza.
@Menos de la ilustración, P. Lazcano/La Tercera.com