Los restos se han encontrado en la Casona del Mayorazgo de Hornaza y Cotes
Restos arqueológicos hallados en el subsuelo. FRAN JIMÉNEZ
Unas monedas de plata de la época de los Reyes Católicos y varios restos de vasijas medievales son el tesoro que el subsuelo de la Casona de Mayorazgo de Hormaza y Cotes, situada en la céntrica calle Bernal Díaz del Castillo de Medina del Campo, guardaba con recelo hasta hace un par de semanas, cuando el propietario del inmueble comenzó las obras de construcción de un nuevo edificio.
«Cuando compramos la casa sabíamos que al estar ubicada dentro del Plan Especial del Casco Histórico podríamos encontrarnos con restos arqueológicos», comentó el propietario de la casona, Vicente Pino, quien se toma con humor la curiosidad que las ruinas han despertado entre algunos los vecinos de la localidad quienes con sus móviles realizan fotografías de los restos. Según Pino, antes de comenzar las obras de construcción y rehabilitación de la fachada de la casona, del siglo XVI, encargó a una empresa especializada en el sector de la arqueología y homologada por la Junta el estudio pertinente para poder comenzar con el trazado de lo que en un futuro será un edificio. «Al estar dentro del Plan del Casco Histórico unos arqueólogos tuvieron que realizar varias catas para determinar si había restos», explica el propietario, quien añade que «estas catas de dos por dos metros de profundidad y longitud dilucidaron que había ruinas por lo que los trabajos de excavación y los escombros tuvieron que realizarse de una manera especial y controlada».
Una vez confirmada la existencia de restos un grupo de arqueólogos comenzaron las labores de limpieza de los ladrillos «con mucho cuidado, ya que al principio no sabíamos cuál era el valor», recuerda Pino, quien tuvo que dar parte del hallazgo al área de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. Tras la limpieza total de los restos y el descubrimiento de las monedas de plata de la época de los Reyes Católicos y de las pequeñas piezas sueltas de vasijas, los historiadores determinaron que los restos encontrados «no son de gran valor, pero sí sirven para identificar una etapa de la historia de Medina del Campo», explica Pino, quien por el momento descarta la posibilidad de poner un suelo de cristal para dejar al aire las ruinas ya que «según los expertos no merece la pena porque las ruinas no tienen gran valor y el ladrillo no se conserva en condiciones óptimas».
A pesar de que el hallazgo de este pequeño tesoro ya se encuentra custodiado en una de las vitrinas del Museo de Arqueología de Valladolid, según comentó el propietario, su descubrimiento no ha dejado indiferente a nadie. Y es que la curiosidad que despierta ver varias habitaciones, muros y arcos hace que algunos medinenses crean que las ruinas son muy valiosas. Multitud de turistas y vecinos se paran en las vallas que protegen las obras para observar lo que fue el hogar de dos familiar nobles ligadas a la historia de la localidad. La construcción del inmueble es de comienzos del siglo XVI, pero los dos blasones son del siglo XVII. En 1703 Felipe V concede al brigadier García Manuel Cotes y Hormaza el marquesado de Ordoño y en el siglo pasado estuvo instalado en esta mansión el edificio de Correos.