"He repetido hasta el cansancio que como los musulmanes tienen derecho de poder rezar en mezquitas en los países de mayoría cristiana, de la misma manera los cristianos tienen el derecho de tener los propios lugares de culto en países musulmanes", dijo Jean-Louis Aturan.
Jue, 26/03/2009 - 10:31
Ciudad del Vaticano.- El presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, Jean-Louis Taurán, defendió hoy el derecho de los católicos a profesar de manera libre su religión en países de mayoría musulmana.
"He repetido hasta el cansancio que como los musulmanes tienen derecho de poder rezar en mezquitas en los países de mayoría cristiana, de la misma manera los cristianos tienen el derecho de tener los propios lugares de culto en países musulmanes", dijo.
Las declaraciones del purpurado se dieron al inaugurar un congreso internacional sobre la "Libertad religiosa y reciprocidad" promovido por la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma.
Taurán agregó que esta libertad debe ser garantizada, "en nombre de la reciprocidad" cuya realidad se ha quedado hasta el momento a nivel de la enunciación del principio.
El cardenal consideró que llegó el momento, para la Iglesia Católica, de precisar qué cosa se debe entender por ese concepto, en especial con los países islámicos.
"Es verdad que (el Papa) Benedicto XVI habló de reciprocidad y es un progreso, pero hoy no se dispone ni de una ilustración profunda de tal principio ni de indicaciones concretas para su aplicación en el ámbito de las libertades fundamentales y, en particular, de la libertad religiosa", añadió.
Taurán señaló que por el momento, cuando se habla de reciprocidad, no se va más allá del significado y contenido de la regla de oro: "no hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a tí".
Por ello, consideró oportuno que la Iglesia precise el auténtico sentido que ella otorga a la noción de reciprocidad en el ámbito interreligioso e indique normas claras que establezcan con precisión los ámbitos de aplicabilidad de tal principio.
"Así como los límites infranqueables a salvaguardar en los países de tradición musulmana como los caminos a recorrer donde los católicos sufren injustificadamente situaciones de dificultad", estableció.