Aclara que Jorge Gibert dejó de ser prior del monasterio el 10 de diciembre y desoye su recurso, que tilda de «extraño»
El Arzobispado hace oídos sordos a la petición de Jorge Gibert para que los frailes de San Juan desalojen en el plazo de tres días el monasterio de Valdediós. Fuentes de la corrada del Obispo aseguraron ayer que se hará caso omiso a esa solicitud planteada por el que fuera prior de Valdediós y aclara que la llegada de los hermanos de San Juan a Villaviciosa se hizo de la manera correcta. «Se ha hecho conforme al plan previsto en el cambio», señalaron desde el Arzobispado.
Esa petición recibida el lunes en Oviedo a instancias de Jorge Gibert se ha acogido con cierta extrañeza, entre otras razones, sostienen, porque el monje que ahora se encuentra en el monasterio de Viaceli, en Cóbreces (Cantabria) dejó el pasado 10 de diciembre de ser prior de Valdediós. Insisten también desde el Arzobispado en que el cambio de órdenes en el monasterio maliayo no fue una decisión de Carlos Osoro, sino de la Santa Sede. «Don Carlos no es más que el delegado apostólico de la Santa Sede», asegura un portavoz del Arzobispado.
Lo cierto que la situación que se vive en Valdediós tras el recurso presentado por Jorge Gibert contra el cierre de la comunidad cisterciense no deja de causar estupor en Oviedo. «Ese recurso es un tanto extraño», aseguró el portavoz de Osoro, quien entiende que con esta actitud ha generado un cierto «desconcierto».
El caso es que sin querer reconocerlo de manera expresa, en el Arzobispado existe el convencimiento de que la resolución al recurso no será una marcha atrás por parte del Vaticano al cierre de la casa cisterciense. «Seguramente la Santa Sede irá en la línea que está prevista», dice con diplomacia el portavoz episcopal.
No se sabe aún cuando el recurso tendrá resolución, pero no se hará esperar ya demasiado. Claro que en Oviedo no auguran sorpresas. De lo contrario, no se hubiera invitado a los hermanos de la comunidad francesa a ocuparlo hace diez días.
Son tres frailes los que habitan el viejo monasterio, en compañía del padre Massimo, el monje italiano del Císter que permanece en Asturias para colaborar en la transición con la nueva comunidad. A su llegada a Valdediós, los hermanos dirigidos por el padre Tarsicio se encontraron también por el padre Lawrence, que se fue poco después rumbo al monasterio gallego de Sobrado.
Los hermanos de San Juan están a la espera de regularizar su situación jurídica en España para empezar a trabajar con normalidad y confían en que en verano se unan al menos dos hermanos más a su comunidad.
@Elcomerciodigital
enviado por Fratertempli Asturias
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