Incógnita y solemnidad en la misa 'Pro Eligendo Papa' antes del cónclave
La basílica de San Pedro estaba repleta de fieles, olía a incienso y fuera llovía
Los 115 cardenales asisten a la misa votiva "Pro eligendo Pontifice" previa al comienzo del cónclave, que oficia el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, en la basílica de San Pedro del Vaticano EFE / Michael Kappeler
La basílica de San Pedro estaba repleta de fieles, olía a incienso y fuera llovía. En un clima de incógnita y recogimiento, los cardenales que esta tarde entrarán en la Capilla Sixtina para el cónclave han celebrado a las diez de la mañana la misa Pro Eligendo Pontifice. Presidía el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, que en su homilía ha rogado a Dios que “quiera pronto conceder otro buen pastor a su santa Iglesia”, tras haber agradecido el “luminoso pontificado” de Benedicto XVI. Cuando dijo eso, estalló una larga salva de aplausos.
Cámaras, videoteléfonos y tabletas se alzaban desde los bancos de los fieles para captar en imágenes la procesión de inicio, con todos los cardenales que deben elegir al sucesor de Joseph Ratzinger en el papado. En los bancos se veía a muchas religiosas, sacerdotes y seminaristas, turistas con mochila que iban retirándose, y pocos romanos (a fin de cuentas, es día laborable).
La misa ha sido tan internacional como se esfuerza en serlo el Colegio Cardenalicio, en un intento de reflejar la diversidad de los casi 1.200 millones de católicos del mundo. Evangelio e hilo conductor en latín, homilía de Sodano y otros fragmentos en italiano, lecturas en inglés y en español (atención a la lección de geolingüística implícita); y plegarias en francés, swahili, portugués, malayo y alemán.
“Oremus pro cardinalibus qui Romanum Pontificem eligere debent”, dice el diácono en latín. De eso se trata para quienes tienen fe; de orar por los cardenales que deben elegir al Romano Pontífice. Fieles y peregrinos han hecho cola desde las 6.30 horas de la mañana para estar ahí dentro, pero a las nueve, una hora antes del inicio de la misa, la cola se había disuelto y se entraba sin problemas. Los asistentes han seguido la misa con los libretos repartidos a la entrada, en cuyas portadas campa una pintura de Raffaello Sanzio (siglos XV-XVI) con dos angelotes que flanquean una paloma, símbolo del Espíritu Santo.
La Iglesia católica sostiene que el influjo del Espíritu contribuye a que los purpurados hagan una buena elección. El cardenal Sodano ha alabado la labor de los papas anteriores como “artífices de muchas iniciativas benéficas hacia los pueblos y la comunidad internacional, promoviendo sin cesar la justicia y la paz”, y ha pedido “que el futuro papa pueda continuar esta incesante obra a nivel mundial”. Esta tarde en la Capilla Sextina se hará la primera votación, y la fumata que anuncia al mundo si ha habido elección papal será, casi con absoluta certeza, negra.