Eso es algo que quizás debiera revisar la Iglesia, la reversibilidad del sacerdocio para gentuza como el criminal sexual éste, mientras, si bien aplaudimos la actitud y la acción de la Iglesia Católica española en este caso de Pere Barceló, nos queda el consuelo de que todavía queda la justicia civil, y deseamos con todas nuestras fuerzas que este degenerado violador, este maldito pederasta acabe sus días, si bien como sacerdote al ser irreversible su condición, en la cárcel, sin remisión de penas, pues el daño causado en inocentes niñas que hoy son ya mujeres tampoco es reversible.
NND, FTAT, +Anselmo de Crespi
Pere Barceló Rigo, que hasta 2011 ejerció como párroco de Can Picafort, está acusado de haber abusado sexualmente de al menos tres menores a finales de los noventa
Pere Barceló Rigo. / ´diario de mallorca´
La decisión del obispado mallorquín, pionera en España, tendrá que ser ratificada por la Santa Sede
EFE MALLORCA La Iglesia de Mallorca ha expulsado del sacerdocio a Pere Barceló Rigo, que hasta 2011 ejerció como párroco de Can Picafort (Santa Margalida), por considerarlo culpable de pederastia. Según informó ayer el obispado de Mallorca, el proceso penal eclesiástico abierto contra el religioso ha concluido con una condena a la "pena máxima de expulsión del estado clerical", lo que supone la prohibición terminante del ejercicio de las funciones propias de un sacerdote.
Esta decisión, pionera en España según fuentes de la diócesis mallorquina, tendrá que ser ratificada por la Santa Sede, aunque al condenado le cabe apelar ante el Supremo Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la antigua Inquisición.
A Pere Barceló, que también está siendo investigado por la justicia civil, se le abrió un procedimiento penal canónico en 2011 a raíz de la orden del anterior papa, Benedicto XVI, de que se aclarara "cualquier indicio" de pederastia, han recordado las mismas fuentes.
El cura había sido denunciado ante el obispado por una joven que aseguró que a finales de los 90, cuando aún era menor, la había sometido a abusos sexuales. A este testimonio se sumó el de otras dos víctimas, según publicó Diario de Mallorca.
El obispo de Mallorca cuando se produjo la denuncia, Jesús Murgui (hoy titular de la diócesis de Orihuela-Alicante), decidió seguir las nuevas directrices del Papa respecto a los casos de pederastia, con lo que abrió una investigación.
A resultas de los datos recogidos, Murgui ordenó el inicio de un proceso penal canónico, apartó cautelarmente a Barceló del rectorado de la parroquia de Can Picafort y le "prohibió el ejercicio público de su ministerio", recordaron fuentes eclesiásticas.
Una vez escuchados los testimonios preceptivos, entre ellos los de las tres jóvenes que acusaban al cura de haber abusado de ellas, el tribunal canónico ha considerado al procesado culpable de "delitos contra el sexto mandamiento con menores" y merecedor de la pena máxima prevista en el código de la Iglesia.
En el ámbito civil, Pere Barceló ha sido imputado por delitos de pederastia por un juzgado de Inca (Mallorca) después de que las tres víctimas le denunciaran también ante la Guardia Civil.
La juez que instruye el caso ya llamó a declarar al religioso, que negó las acusaciones.