Siempre que hay un nene incompetente el papá del susodicho lo justifica, y siempre que hay una persona con responsabilidades y que es un incompetente a menudo intentan justificarle los responsables que lo nombraron.
Fallo, y fallo gordo, grande, porque al nene lo aguanta su padre, mientras las consecuencias del incompetente con responsabilidades lo aguanta la entidad en la que está, la que lo soporta.
Cuando uno es competente y trabaja por la entidad, intenta que todo vaya bien, que la marcha de lo que es él responsable sea la correcta para bien de todos los miembros que conforman la entidad, pero ¿que pasa con el incompetente? que de lo que él depende nada funciona, y lo que es peor, nadie funciona, de tal manera que la repercusión en la entidad es grande, ya que una parte del organismo, justo esa, la del incompetente, no funciona y retrasa a todos, paraliza a la entidad, ocupa el puesto de una persona que podría llevar a delante la labor que el incompetente no puede, provoca el enfado y el malestar entre los miembros de su sección y la entidad enferma gravemente y por momentos en el ámbito donde ese incompetente se mantiene injustamente en su puesto.
¿Es correcto mantener a dicha persona incompetente a sabiendas de la injusticia que se comete contra el resto de los miembros de la entidad, contra las demás partes que unidas forman el todo del organismo? La respuesta es no, y en el pecado irá la penitencia, pero en fín, incompetentes han existido siempre, lo que no ha ocurrido habitualmente ha sido el mantenerlos en su puesto. El tiempo y los resultados dirán si se fue justo o no, si se actuó correctamente o no. Mientras tanto, ¡¡¡¡¡¡¡ viva el incompetente y sus consecuencias !!!!!!
NND, FTAT, +Anselmo de Crespi