«No queremos que Oriente se quede sin cristianos»
El gobierno iraquí instó ayer a los cristianos de Oriente a que no abandonen Irak, en un mensaje enviado durante la ceremonia de entronización del patriarca caldeo Louis Raphael I Sako, celebrada en Bagdad. En el acto, celebrado en la iglesia de Mar Yusef, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, afirmó que es necesario que los cristianos permanezcan en Oriente para «impulsar las relaciones entre los pueblos y la convivencia».
Nuri al Maliki
«He pedido al patriarca que haga un llamamiento a los cristianos de Oriente para que no abandonen Irak porque no queremos que Oriente se quede sin cristianos ni Occidente sin musulmanes», dijo Al Maliki.
El jefe de Gobierno iraquí alabó el programa de Sako, que se centra en el amor, la hermandad, la paz y la cooperación.
«Tenemos que continuar el camino de la cooperación para poner fin al sectarismo, el radicalismo y la violencia que nos ha traído la ignorancia», añadió.
Por su parte, el presidente del Parlamento iraquí, Usama al Nuyefi, calificó la elección de Sako de «un nuevo éxito iraquí».
Al Nuyefi destacó, además, que la presencia de cristianos en Irak es motivo de orgullo y fomenta la unidad, ya que tanto musulmanes como cristianos afrontan «conspiraciones» para dividirles.
La comunidad cristiana en Irak fue objeto de ataques y desplazamientos forzados durante la violencia sectaria que sufrió este país entre 2006 y 2008, y como consecuencia de ello numerosos de sus fieles se desplazaron o emigraron.
Sako, de 63 años y que era obispo de Kirkuk (Irak), fue elegido el pasado 1 de febrero patriarca de esa iglesia oriental con sede en Irak y en comunión con Roma.
El pasado 1 de febrero, el papa Benedicto XVI concedió la «comunión eclesiástica» (el visto bueno) a lsu elección.
La Iglesia caldea está constituida en su mayoría por los cristianos iraquíes, que suponen casi 600.000 del millón de caldeos que hay en todo el mundo. Celebra todavía sus ritos en arameo y se dedica sobre todo a la educación y asistencia de las numerosas familias pobres, cristianas y musulmanas, que hay en Irak.