Un fatídico 18 de Marzo se culminó la terrilble y cruel obra del rey de Francia. Oremos juntos por nuestros +Hermanos, por sus almas.

Ya ha pasado el triste día en el que el mundo recuerda el asesinato a fuego lento del +Maestre de la Orden, Fr. +Jacques de Molay, ordenado por el ambicioso e inmoral sacrílego rey de Francia, Felipe IV y consentido por el cobarde, timorato y simoniaco Papa Clemente V.

Muchos esperan aun que la Iglesia pida perdón por ello. Nosotros no creemos que sea cuestión de peticiones de perdón de la Santa Madre Iglesia, es más, ni se nos ocurre pedirle a la Iglesia esa acción. Creemos que tanto la Iglesia como la historia ha puesto ya a cada cual en el lugar que se merece, y que a estas alturas nadie duda ya de la inocencia de los templarios en lo que a las acusaciones que les hicieron se refiere. Preferimos mirar hacia delante, sin reproches hacia una Iglesia a la que estamos unidos en cuerpo y alma, una Iglesia a la que juramos defender y proteger, una Iglesia que nos abre los brazos acogiéndonos como Hermanos. No necesitamos un papel que diga lo que ya sabemos, que existimos. No necesitamos un documento que nos haga saber lo que ya conocemos, que los Templarios continuamos aquí.

No podemos exigir a la Iglesia lo que nuestros +Hermanos Mayores no exigieron. No podemos acabar por nuestras exigencias con el mayor servicio que puede prestar un Templario a la Orden y por consecuente a la Santa Madre Iglesia, a Dios, que es ofrecer la vida en acto de servicio, porque eso y no otra cosa es lo que hicieron nuestros +Hermanos cuando se dejaron prender y torturar hasta el cruel asesinato de muchos de ellos haciendo gala de su obediencia total a la Regla, es decir, siempre obedecer a la máxima cabeza de la Iglesia, hacia el único al que debían rendir cuentas, al Papa, aunque ello conllevara la desarticulación de la Orden y la pérdida de la vida terrenal de muchos +Hermanos.

Si ellos obedecieron como Caballeros leales. Si ellos no dudaron en entregarse sin levantar su espada, Si ellos sufrieron el injusto castigo aceptando y confiando en que Dios haría justicia, (como así fué), ¿Quiénes somos nosotros para exigir que la Iglesia pida ese perdón que ellos no exigieron? ¿Y a quien tendría que pedir perdón la Iglesia, a esos falsos templarios que la ofenden cada día y no dudan en amenazarla? ¿A los que desde la masonería se llaman a si mismos Templarios? ¿A que grupo o rama de los cuatrocientos que ha contado la Santa Madre Iglesia que existen? ¿A quien tendría que pedir perdón?

Otra cosa es la rehabilitación, pero solo y exclusivamente de los Caballeros que a partir de la persecución cruel emprendida por el desleal y traidor rey de Francia sufrieron en sus propias carnes la tortura y la muerte. Exclusivamente a esos Caballeros que sufrieron la desarticulación de la querida Orden. Nosotros aun tendremos que luchar mucho por un reconocimiento que de momento no nos hemos ganado permitiendo todo lo que se ha permitido en el mundo templario. Hemos visto como embaucadores, ladrones, vividores, ambiciosos comerciantes, etc. no han dudado un momento en vestir el sagrado Blanco Manto, y lo que es peor, las cabezas de las diferentes ramas lo han consentido y alentado condecorándoles como Grandes Oficiales y con distinciones de honor y gala cuando lo único que traían era el deshonor y el descrédito.

Nos queda mucho por hacer, nos queda mucho por trabajar.

Nosotros no hemos querido hacer del 18 de marzo un día especial en el blog. Hemos preferido que cada cual, si se hubiera acordado lo hiciera a su manera, (los +Hermanos que llevan la Orden en el corazón seguro que no han dejado pasar el día sin una misa dedicada a nuestros +Hermanos asesinados en una hoguera en la ya desaparecida Isla de los Judíos en el centro del río Sena).

De todas maneras una última reflexión. En esta semana se celebra en todo el mundo la Semana Santa. Sin querer establecer comparaciones, también Nuestro Señor fue acusado y crucificado injustamente, y pudiendo, como podía, haberlo evitado no lo hizo. Quizás no sea mucho pedir a los +Hermanos que nos leen que reflexionen sobre ello, y que cuando se reúnan para procesionar o para orar ante la imagen de Nuestro Señor crucificado, eleven una pequeña oración por aquellos +Hermanos que tampoco hicieron nada para evitar la injusticia que sobre ellos se cometía. Una oración por el alma de aquellos +Hermanos que a buen seguro estarán al lado de Nuestro Señor allí donde la muerte no llega, allí donde el mal no tiene acceso, allí, en ese paraíso que se ganaron con su acto final de servicio a Dios, pues al fin y al cabo, no era para ellos la Gloria, Señor, era para Tu Nombre. Defendiendo eso murieron, defendiendo eso prefirieron no levantar la mano contra sus captores y asesinos, y Tu, Señor, justo entre los justos, los habrás llevado a Tu Gloria, a esa Gloria Tuya por la que ofrecieron todo.

Que podamos algún día ser merecedores de gozar de un puesto al lado de ellos en presencia de Nuestro Señor, y que cuando se nos llame y tengamos que rendir cuentas, podamos asistir sin miedo ante el Padre Todopoderoso, a sabiendas que todo fue hecho para mayor Gloria de Dios, sin esperar recompensas ni beneficios, tan solo cumplir con la Regla, con la Orden, que al fin y al cabo no es otra cosa que cumplir con los deseos de Nuestro Señor.

En el día después de tan triste aniversario, reciban, +Hermanos, un Fraternal y Triple Abrazo Templario del equipo de Fratertempli, al tiempo que nos sumaremos en esta Semana Santa a esa cadena de oración que desde aquí les pedimos que si quieren realicen para el alma de aquellos que nos precedieron y enseñaron con su ejemplo lo que es Amor a Dios, Amor a Nuestro Señor Jesucristo y respeto hacia su Santa Iglesia.

Nosotros, junto a los +Hermanos que vienen a Madrid (España), para celebrar la Semana Santa, organizaremos el Viernes Santo, a las 18,30 horas, justo una hora antes de procesionar, la cadena de oración que pretendemos nos una en ese mismo instante a todos los +Hermanos de los diferentes lugares que nos leen. Todos orando a la vez, a la misma hora, cada uno desde su lugar, sea el trabajo, sea en la casa, donde sea, que pare unos minutos y se una a la cadena espiritual por nuestros +Hermanos Mayores y por la paz de sus almas.
Que los +Hermanos que sientan querer hacerlo, calculen la hora que será en sus países cuando en España sean las 18,30 horas y encontrémonos unidos en la distancia por la fuerza de la Oración.

Non Nobis, el equipo de Fratertempli.