Otro año más en que los hombros de nuestros +Hermanos portaron las andas de los pasos en los que se representa a Nuestro Señor Jesucristo. Un año más causando la admiración de las devotas personas que seguían la procesión al comprobar que los Caballeros de la Orden del Temple, SMOTH-MIT, fieles a la cita, acudían de nuevo con sus Blancos Mantos a prestar su servicio portando sobre los doloridos hombros el peso de los pasos cargados de flores y velones que transportaban a Nuestro Señor Jesucristo.
De nuevo se pudo ver como el sufrimiento y el sacrificio se reflejaba en las caras de los Templarios unidos en la firme decisión de sacar y meter a Cristo en su Iglesia después de pasearlo por las calles de la localidad.
Pueden ver ya en las fotografías subidas a la página http://www.lacasadeltemple.tk/ con el título Semana Santa 2008 detalles de las procesiones celebradas. Fíjense en las nuevas generaciones de jóvenes +Hermanos que hombro con hombro con sus mayores apoyaron de manera decisiva la marcha de la Procesión, anunciando que el relevo y la continuación están asegurados en la Orden. En esas noches de recogimiento para nosotros, pero en las que la mayoría de la juventud disfruta de las mundanas diversiones, los jóvenes +Hermanos eligieron acompañar a sus +Hermanos mayores sacrificando su tiempo libre para dedicárselo a Nuestro Señor.
Se puede ver claramente en las fotografías nuestro amado Baussante ondeando al viento. No pueden ustedes conocer si no lo han vivido lo que supone de apoyo y fuerza cuando, doloridos ycansados por el peso, al levantar la vista divisas el Baussante delante tuya, animándote a continuar, pensando que si nosotros sufrimos, que no tuvo que pasar El llevando solo el madero del suplicio a golpes de látigo, sufriendo caidas y volviendo a levantarse, sabiendo que al final le esperaba la más dolorosa de las muertes, que sería, como no podía ser de otra manera, vencida por la VIda que Él representa. Solo el +Hermano que lo ha vivido puede saber el impagable apoyo que presta el Bausasante al +Hermano en su esfuerzo.
Al igual que cuando en la primera de las paradas obligadas se escuchó desde un balcón un grito: "Va por los Templarios", y una voz cargada de sentimiento empezó a cantar a Jesucristo una saeta. La emoción del momento es difícil describirla, pero puedo asegurarles que ese "va por los Templarios" penetró directamente al corazón de cuantos +Hermanos nos encontrábamos ahí.
Desde aquí nuestro agradecimiento a ese cantaor anónimo que cantando a Nuestro Señor nos hizo ese homenaje que no esperábamos y que tampoco buscamos.
Ahora ya están los +Hermanos cada uno en su Preceptoría, en su Encomienda, en su Priorato, y les podemos asegurar que a los cinco minutos de haberse marchado ya se les echa de menos. Nos queda el consuelo de que en escasos dos meses nos reuniremos de nuevo, y volveran a escucharse en la Hospedería del Temple los rezos en latín de los +Hermanos, las conversaciones sobre la Orden y su buena marcha y las Comuniones de Oración como la que llevamos a cabo el Viernes Santo a las 18,30 horas, (horario español), como ya anunciamos que haríamos por las almas de nuestros +Hermanos Mayores asesinados por la codicia del sacrílego monarca francés y por el resto de +Hermanos que ya fueron llamados por el Señor a prestar servicios a su lado.
Pasaron los días de procesión, los días en los que recordamos el sacrificio voluntario al que se sometió Jesucristo, Nuestro Señor, para la salvación del resto de la humanidad. Pasaron ya los días en que los +Hermanos Templarios salieron a la calle acompañándolo entre los rezos y oraciones de la multitud que les esperaba en el recorrido. Y pasaron ya los días en los que el esfuerzo y el sacrificio refuerzaron los lazos de fraternidad entre los +Hermanos venidos desde los diferentes lugares.
Que el Señor les acompañe en su labor diaria. Les esperamos de nuevo en la próxima y cercana ceremonia, en la que de nuevo volveremos a encontrarnos para renovar ese sentimiento de Hermandad y Fraternidad que nos hace sentirnos +Hermanos y Caballeros de esta maravillosa Orden del Temple a la que pertenecemos.
Non Nobis, el equipo de Fratertempli.