LAS 39 OBSERVANCIAS TEMPLARIAS MÁS IMPORTANTES APOYANDO A QUIEN MOLINARI Y EL FALSO RELIGIOSO GIOVANNI LUISSIO QUERÍAN DIFAMAR.

El  falso Templario. Molinari, el traidor a la Orden del Temple.

Parecerá mentira, pero que el sectario Molinari Kroker, el falso templario, lider de la secta de los krokerianos, unidos en los ladridos a su perro fiel, el hereje y sacrílego Giovanni Luisio Mass, el pervertido acosador de +Hermanas Templarias, el falso fraile expulsado de los franciscanos y buscador incansable de fotografías al lado de altares, engañando como la serpiente a Eva a servidores de la Iglesia Católica con su falso catolicismo, ladren y aullen contra verdaderos +Hermanos Templarios, amenazándoles con su expulsión de la Iglesia Católica, como si el impresentable mafioso Don Boñigari estuviera o hubiera estado alguna vez dentro de ella, y pregonando que son herejes, él y su fiel perro, Giovanni, que se han cansado de hacerse fotografías impartiendo los sacramentos, suplantando sacerdocios que solo existieron en sus lamentables y enfermas cabezas, es el colmo de los colmos.

Todo es un  pequeño intento de caza de brujas al haberse quedado más solo que la una. A Molinari ya no le sigue nadie, ni en su propio pais cuenta con más colaboración que la de menos de un grupito de siete u ocho Damas y Caballeros, (engañados todavía) y de algunos escuderos, muchachos que creen las promesas de este impresentable que los utiliza para lucrarse a costa de sus ilusiones. En lo internacional, Molinari ya no es nada más que un sinvergüenza reconocido que no dudó en engañar al Gran Maestre Fontes, sin importarle el ridículo en el que le dejaba caer al rectificar la expulsión del farsante Robertito, Don Boñigari. Fuera de la UTL, fuera de todo reconocimiento, lo único que le queda es el falso religioso, (expulsado en otro tiempo por él mismo y que ahora acoge de nuevo en su soledad), y por eso ataca a +Hermanos de otra Obediencia, (no son de nuestra Obediencia, pero como si lo fueran), y se erige como defensor de una Iglesia Católica a la que ha traicionado en numerosas ocasiones aliándose con Iglesias extrañas y raras pero que supuestamente lo reconocían hasta que de verdad lo conocieron con el final de que hasta esas lo dejaron de lado.

Molinari y Giovanni Luissio, Giovanni Luissio y Molinari, como el Capitan Garfío y su loro, como el borrico y el galgo. Tanto monta monta tanto, o lo que es lo mismo tanto tonto junto, tanto estúpido ladrando desde sus páginas vacías de contenidos veraces, llenas de mentiras montadas para mayor gloria de esos dos compinches de fechorías conjuntas.

Nadie los cree, nadie, nadie. Nada menos que 39 Observancias Templarias de habla castellana, anglosajona y francesa hemos expresado el rechazo al ataque de Don Boñigari y su leal perro contra esos +Hermanos, y hemos apoyado y nos hemos solidarizado con ellos, con su lealtad al pensamiento y sentimiento Templario, con su rectitud y desde luego, con su respeto y seguimiento hacia Nuestro Señor, porque a diferencia de Molinari y el falso fraile franciscano Giovanni, ellos si que son cristianos y Templarios, no farsantes heréticos ni estafadores de ilusiones, como el krokeriano y su galgo.

39 Observancias Templarias contra dos. Molinari, estás solo, estás acabado, estás fuera, y contigo, con tu soledad, en el Temple Latinoamericano vuelve a amanecer, limpio el horizonte de los nubarrones que tu traías. La misma sarna que querías verter contra esos +Hermanos te ha cubierto a tí a tu lacayo, y ya no tienes donde rascarte. Tu intento ha quedado en nada, y esos +Hermanos, de esa Observancia, de esa Obediencia, se han encontrado apoyados y reconocidos por todos, incluido por nosotros. Te salió mal la jugada, a tí, que te pones el "don" después del Fr. y que ni FR. ni "don" ni "din", no eres nada más que un deshecho, un renegado, un miserable al que ya nadie sigue. En el fondo das pena, Molinari, y si no fueras tan soberbio y tan falso, tan farsante, quizás podrías encontrarte con la misericordia del Temple y su perdón, pero tu soberbia y narcisismo no te lo permite. Ese es tu castigo, esa tu penitencia, el cargar con tu negra conciencia y con el falso franciscano. Que Dios te ampare, miserable.