Ya han transcurrido 75 años, (se cumplen este catorce de febrero), y el silencio y la incognita continuan siendo los principales dueños de este importante robo que se efectuó el día 14 de febrero de 1.934, cuando los protagonistas del expolio abrieron un hueco con un serrucho en la Puerta de San Lázaro y adentrándose en el Templo se apropiaron de la venerada Cruz de Caravaca.
Que fueron a "tiro fijo" lo avala el hecho de despreciar el resto de joyas y riquezas que atesoraba la iglesia. Lo único que buscaban era la Cruz de Caravaca, ahora bien, ¿con qué fin realizaron el expolio? unos dicen que por los tiempos revueltos que recorrían la España de aquel tiempo, para protegerla de una posible destrucción, como ocurrió en otras iglesias donde la incultura y la barbarie hicieron que valiosísimas obras de arte, veneradas durante siglos por fieles devotos fueran quemadas o salvajemente destrozadas. Otros hablan de +Hermanos Templarios que recuperarían la preciada reliquía. Hay también quien dice que fue el mismo Vaticano quien se hizo con ella y aun se conserva guardada en el interior del Estado Pontificio, y hay quien dice que está en México, etc.etc.
Hay versiones para todos los gustos, pero la realidad es que este catorce de febrero se cumpliran 75 años de su desaparición, de su robo, y nada se sabe.
La actual Cruz de Caravaca es fiel copia y se repuso ante la desaparición del original, (que ya sufrió antes del robo definitivo, dos intentos anteriores más, fallidos), pero eso no ha sido problema alguno para que actualmente la Cruz de Caravaca sea uno de los iconos religiosos más venerados y más buscados, utilizándose para protecciones de todo tipo, y la Basilica donde se conserva uno de los santuarios más visitados del mundo. Precisamente el año que viene, el 2010 es Año Jubilar en Caravaca de la Cruz y se esperan miles de peregrinos.
Mientras, la incognita de la desaparición de la verdadera Cruz continua sin resolverse, envuelto en una bruma de misterio a la que ayudaron a crearse la inhibición de uno de los jueces instructores del caso, amenazado de muerte si no lo hacía y el asesinato del juez que lo relevó en la instrucción.
Muchas incognitas y muchas dudas en el caso de una reliquía catolica que, portando un trozo del madero en que fue crucificaado Nuestro Señor Jesucristo, cuenta la leyenda que apareció milagrosamente en Caravaca trasladada desde Jerusalem por dos ángeles.
Hoy todavía el pueblo caravaqueño se pregunta quien se atrevió a privarles de tan preciado tesoro, y la desconfianza y el silencio temeroso aun anda por las calles del pueblo de Caravaca después de 75 años de misterio.