Por lo demás es un artículo que enseña la actualidad de lo que en tiempos fue importantísimo puerto conquistado por la Cruzada como parte del Principado de la Galilea, hasta su recuperación por los Mamelucos en 1.265.
Vean ahora el artículo de la web "Aurora" y si pueden, visiten Haifa.
EL ARTÍCULO DE "AURORA"
Haifa, la tercera ciudad más grande y una de las más bonitas del país, tiene mucho que ofrecen a sus visitantes. Cuenta con el puerto, playas particularmente bellas y es el hogar del Centro Mundial de la fe Bahaí.




Muchos aficionados de Israel al deporte de tablas y velas además de ser anfitriona de competiciones internacionales y otros eventos deportivos.
Con residentes de las tres grandes religiones así como de diversas fes minoritarias, Haifa es también un símbolo sobresaliente de la convivencia y la tolerancia.

El nueve por ciento de la población está compuesta por árabes (musulmanes y cristianos) que residen principalmente en tres barrios: Khalisa, Abas y el famoso Wadi Nisnas, cuyos encantadores callejones se han convertido en un lugar turístico. La fiesta anual de la ciudad muestra el extraordinario estilo de vida de Haifa.
Por otra parte, la presencia cristiana en Haifa con sus muchas iglesias, también contribuye a la imagen de la ciudad.

El Sacre Coeur, el instituto católico sobre la calle Allenby cuenta con un enorme en el cual hay impresionantes estatuas de Santa María.
En la base del Monte Carmel, lugar santo para los cristianos, está el monasterio Stella Maris. Es una iglesia barroca que tiene una cueva considerada por la tradición cristiana como la tumba del profeta Elías. El monasterio es un pequeño museo dedicado a su vida. El sitio es también un albergue que sirve a los muchos peregrinos que visita la ciudad.
Sin embargo, esto no completa el mosaico religioso de la ciudad. La única comunidad sólo ahmadí musulmana en Israel tiene su base en el barrio Kababir de Haifa.
El ahmadiya es un credo indio del Islam, fundado a finales del siglo XIX, que promueve la paz entre las naciones y se opone a las coacciones religiosas. Su gran mezquita alberga un salón de oración y una primera planta con una exposición de su historia y contribuciones significativas.
La reputación de Haifa como ejemplo de tolerancia tiene un fuerte ejemplo en la fe Bahai.

En el centro del impresionante complejo, sobresale el santuario con su cúpula de oro, es decir el lugar de la sepultura de Bab, el fundador de la fe. Se puede disfrutar de algunas vistas encantadoras mientras se da un paseo por los hermosos jardines. A la noche, con la iluminación especial, una velada distinta sorprenderá al visitante y le dará una atmósfera romántica y pacífica.
Al pie de los jardines de Bahai se encuentra la pintoresca Colonia Alemana, fundada en el siglo XIX por templarios germanos que vinieron a establecer una comunidad cristiana en Tierra Santa. Hay muchas casas de piedra que le dan un encanto especial al barrio al reflejar sus cualidades especiales. Algunas de las casas han sido conservadas y otras tienen todavía los nombres de los residentes originales grabados en ellos.

La Colonia Alemana atrae a muchos visitantes. Vale la pena recorrerla y disfrutar de su belleza para saber un poco más de su colorido pasado. Los que visitan Haifa experimentan alguno de los cuatro recorridos a pie que comienzan en la calle el Iefe Nof (Panorama) y van hacia la playa. Otras opciones son las rutas naturales que descienden de la montaña.Desde la costa, se puede ir hasta la montaña mediante el cable carril o la “Carmelit”, única línea de subterráneo en Israel, que termina en el distrito Carmel. Aquí, se debe visitar el Gan Ha em y caminar por la peatonal Louis con sus espectaculares vistas de la ciudad que abraza el mar.

Haifa también cuenta con muchas instituciones dedicadas a la cultura, arte y la ciencia que ofrecen una amplia gama de muestras y actividades. Varios tipos de museos se encuentran en Haifa, entre ellos el silo de granos Dagon, el Museo Marítimo Nacional; el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología; el Museo de Arte de Haifa; el Museo de Inmigración Clandestina, el Museo Naval; el Museo del ferrocarril; el Tikotin, de arte japonés; el Museo Reubén y Edith Hecht y el Museo de la Industria del Aceite.



A lo largo del Carmel, son miles las posibilidades que Haifa ofrece a los visitantes para disfrutarla. A pie, en bicicleta o automóvil, el increíble encantador siempre agasajará al que se atreva a recorrer la ciudad