Desde las centenarias piedras de la románica y bella Iglesia del siglo X, Sant Genis dels Agudells, en Barcelona, la voz segura y firme que devuelve al resonancia del Templo se escucha en cada rincón de esta bella casa del Señor: "Jesús amadísimo, que por especial benevolencia me elegista entre miles de hombres para que te siguiera, y me llamaste a la excelsa dignidad del sacerdocio; te ruego me concedas tu ayuda divina para cumplir fielmente mis deberes. Te suplico, Señor Jesús, que hoy y siempre avives en mi yigracia, que recibí por la imposición de las manos episcopales. Oh poderosísimo Médico de las almas, sáname de manera que evite todos los pecados y te agrade hasta la muerte. Amén."
¿Quien de esta especial manera agradece a Nuestro Señor una vida de entrega a los demás y de sacrificio? ¿Quien desde el amor al resto de la humanidad y con una vida consagrada al servicio del Señor pide de esta manera tan humilde agradarle hasta la muerte?
Un sacerdote, un hombre de Dios, un Pastor vigilante atentísimo del rebaño del Señor: Mosén Joaquín Climent Abad, Pbro. que cumple, agradecido a Nuestro Señor Jesús, los 25 años de ministerio Sacerdotal.
Felicidades, Mosén. Somos muchos los que hemos sentido como vuestras palabras reforzaban nuestra fe y renovaban nuestros votos a Dios y a Nuestro Señor Jesucristo. Son muchos también los que en la querida Latinoamérica han recibido consuelo en la palabra de Dios a través vuestra, y muchos los que han sido liberados del Maligno por vuestro duro combate contra el amenazador y vigilante enemigo.
Felicidades, pues, Padre, y que Dios nos permita otros 25 años a vuestro lado, bajo vuestra tutela espiritual. En este mundo donde lo relativo y lo superficial gana terreno, hacen falta Guerreros de la Verdad, Guerreros de la Luz, que dediquen su vida a los demás por amor a Dios y combatan ese relativismo injusto que intenta dominar el mundo hoy, justo como haceis vos,
Non Nobis, el equipo de Fratertempli.