La gendarmería del Vaticano, que se encarga con la guardia suiza de la seguridad del Papa y del pequeño Estado en el corazón de Roma, reforzó recientemente el dispositivo antiterrorista con la creación de dos servicios especiales, anunció uno de sus mandos este sábado.
En una entrevista aparecida en el diario vaticano L'Osservatore Romano, el comandante Domenico Giani explicó que se creó un grupo de intervención rápida y un departamento antisabotajes para "hacer frente a posibles actividades terroristas".
El militar explicó que el grupo de intervención rápida tiene por misión esencial "la investigación" y la recolección de información y que además puede "intervenir inmediatamente en caso de situación de alto riesgo".
En cuanto al segundo servicio, "se trata de un contingente especial integrado por elementos altamente especializados e integrados, equipados de medios tecnólogicos sofisticados" y "capaces de reconocer y neutralizar los posibles peligros", como los paquetes sospechosos.
Desde hace más de un año la gendarmería vaticana se ocupa de garantizar la seguridad en las "zonas extraterritoriales" fuera de la ciudad del Vaticano, como las basílicas papales repartidas por Roma.
L'Osservatore Romano afirma que el Estado vaticano, que consiste en 44 hectáreas rodeadas de muros y 476 habitantes permanentes, más miles y miles de turistas diarios, es el "más tranquilo del mundo".
El atentado contra el Papa Juan Pablo II por Mehmet Ali Agca el 13 de mayo de 1981 se produjo en la plaza de San Pedro, durante la audiencia general pública del pontífice.
Desde entonces, quienes quieren asistir a la audiencia general tienen que pasar por detectores de metales.
El 6 de junio de 2007, los guardaespaldas del Papa redujeron a un joven alemán cuando trataba de saltar al coche descubierto de Benedicto XVI. El hombre fue internado en un hospital psiquiátrico.
Finalmente, cabe recordar el asesinato en 1988 de un jefe de la guardia suiza y su esposa a manos de un joven recluta que luego se suicidó.