Dos periodistas de Milenio Diario de Monterrey profanaron el sacramento de la confesión en un supuesto "ejercicio periodístico". Fingieron ser penitentes y engañaron a los sacerdotes de siete templos para revelar las penitencias impuestas por los pecados de robo y adulterio.
Los reporteros Adriana Esthela Flores y Alejandro Silva se presentaron en los confesionarios como católicos y transcribieron luego los diálogos que sostuvieron con los sacerdotes como parte del sacramento.
Aunque el diario ha insistido en presentar el caso como una "investigación periodística sobre la diferencia en la aplicación de penitencia a pecadores que se confiesan en los distintos templos religiosos de la ciudad", el vocero de la Arquidiócesis de Monterrey, Juan José Martínez Segovia, rechazó enérgicamente lo ocurrido.
El sacerdote recordó en declaraciones a Milenio Diario de Monterrey que los reporteros no han hecho algo novedosos, sino que han copiado a periodistas de Italia y Chile –entre otros países- donde también se profanó el sacramento.
El Padre Martinez aseguró que "se sanciona con excomunión a cualquiera que capte mediante instrumentos técnicos o divulgue a través de medios de comunicación social lo que se dice por el confesor y el penitente".
"No es forma la que se utilizó para llegar a conocer lo que en la conciencia del cristiano es sagrado, para nosotros el sacramento de la reconciliación es sagrado", explicó al diario
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Asimismo, manifestó que "no es positivo el que se haya hecho de esa forma, para conocer la postura de la Iglesia se debe de buscar un medio apropiado, acercarse y preguntando qué pide la Iglesia y qué es lo que hace, pero no es la forma violentando el sigilo sacramental y falsificando tanto para las personas que lo hicieron como publicarlo".
Asimismo, manifestó que "no es positivo el que se haya hecho de esa forma, para conocer la postura de la Iglesia se debe de buscar un medio apropiado, acercarse y preguntando qué pide la Iglesia y qué es lo que hace, pero no es la forma violentando el sigilo sacramental y falsificando tanto para las personas que lo hicieron como publicarlo".
"Hubiese sido más fácil que los reporteros se acercaran al sacerdote (para preguntar) lo que pasa en estos casos, a que se fingiera una confesión, porque también se está lastimando la integridad de los fieles, los fieles respetan el sacramento y lo que se hizo en esta investigación fue no respetar el sacramento", señaló.