Un grupo de arqueólogos halló el esqueleto de una supuesta bruja de más o menos 800 años, la que había sido enterrada con siete clavos en la mandíbula, en Piombino, en la céntrica región italiana de Toscana.
Los restos de la mujer se encontraron sin sudario ni urna pero sí con bastantes clavos, los que también habrían sido incrustados en su ropa con la finalidad de impedir que resucitara, informa la BBC Mundo.
“Es un descubrimiento muy inusual y, al mismo tiempo, fascinante. Nunca he visto algo igual. Estoy convencido por los clavos en la mandíbula y alrededor del esqueleto de que la mujer era una bruja”, dijo el arqueólogo Alfonso Forgione de la Universidad de L’Aquila al diario británico “Daily Mail”.
MÁS BRUJAS
Cerca del lugar, se encontró el cadáver de una mujer rodeado por 17 dados. En la Edad Media, el número 17 era considerado de mala suerte en Italia y a las mujeres se les tenía prohibido jugar con dados.
Los arqueólogos consideran que las dos mujeres tendrían alguna conexión por su extraña forma de entierro. Sin embargo, surgen varias interrogantes al saber que fueron halladas en una iglesia abandonada.
“La única posible explicación es que quizás ambas mujeres provenían de familias influyentes y no pertenecían a la clase campesina y por sus clases y conexiones fueron enterradas en suelo consagrado”, añadió Forgione.
No es la primera vez que se encuentran restos humanos de la época medieval en Italia asociados a creencias sobrenaturales. Hace dos años, el arqueólogo Matteo Borrini descubrió los restos de una mujer del siglo XVI con un ladrillo en la boca, en lo que ha sido relacionado con el origen de las leyendas de los vampiros.
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