Que valientes esos miembros del Comité Cívico, y que democrática manera de tratar al que no piensa como ellos. Pero sobre todo, que gallardía, que gran ejemplo de tolerancia. Con lo difícil que resulta pegar a un sacerdote. Orgullosos tienen que estar los compañeros de esos bolivianos tan demócratas, tan pacíficos. Vaya pandilla de cobardes sicarios. Vaya sinvergüenzas los que alientan y pagan a semejantes matones. Vaya desperdicio humano el que componen esos bastardos mafiosos. Esperemos que la justicia boliviana, si es que existe, actue, y actue de manera que nunca más se vuelva a producir semejante acto de cobardes y asesinos a sueldo.
Irónico, encima se autodenominan del "Comité Cívico". Dios nos libre entonces de los que no sean "cívicos". Semejantes bastardos tienen de cívicos lo que de tolerantes, es decir, nada. Deberían ser tan solo y a partir de ahora carne de presidio, pero ¿quien sabe? igual les dan una medalla al mérito y al valor, (cívico, por supuesto).
San Ignacio de Velasco, Santa Cruz, 19 May (Erbol).-
Cuatro dirigentes del Comité Cívico pro Santa Cruz y el Cacique General del pueblo chiquitano agredieron y flagelaron a un sacerdote de la parroquia San Martín del municipio de San Ignacio de Velasco, provincia Velasco del departamento de Santa Cruz, por disentir con el referéndum realizado el pasado 4 de mayo.
La denuncia la hizo conocer en su homilía del domingo monseñor Carlos Estepe, quien dijo que en las próximas horas se presentará una denuncia formal ante el Ministerio Público para que se investigue el hecho y sean sancionados los responsables.
La agresión contra el sacerdote católico Adalid Vega Veizaga se produjo en plena vía pública en el poblado de San Ignacio de Velasco. El párroco está acusado por los cívicos cruceños de evitar el pasado 4 de mayo la votación a favor del Estatuto Autonómico del departamento de Santa Cruz.
Según el relato del corresponsal de la Red Amazónica de Erbol, los agresores del clérigo de la Iglesia Católica incluso destrozaron los vidrios del vehículo en el que se encontraba a bordo el párroco.
Monseñor Estepe afirmó que el párroco de San Martín goza de buena reputación entre sus feligreses de once comunidades de la Colonia Fátima por el buen trabajo que realiza en la región a favor de los más necesitados, en su mayoría indígenas chiquitanos.
Por su lado, el defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, en declaraciones a la Red Erbol, condenó la agresión contra el sacerdote Vega y exigió de las autoridades llamadas por ley a esclarecer el hecho y sancionar de manera ejemplar a los responsables.
“Nadie puede atreverse a cometer este tipo de hechos que desde todo punto de vista es condenable y que debe ser investigado y sancionado”, sostuvo el ombudsman boliviano a tiempo de recordar que en el país esta abolida las torturas a las personas.
Este hecho puede ser un precedente funesto para que cualquier ciudadano que no comulgue con los mismos objetivos de otros sea agredido de manera violenta y abusiva, advirtió Albarracín.
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