Estamos viendo desde que se anunció la reforma de la ley de seguridad privada a un montón de progresistas, o eso dicen ellos, que cuando se trata de trabajadores de la Cooperativa Mondragón por ejemplo, ponen el grito en el cielo cuando les pasa algo, les hacen un ere, les despiden, sufren accidentes, etc., pero parece ser que para estos parlanchines progresistas, los vigilantes de seguridad no son trabajadores, son solo machaquitas a los que se les puede pedir que trabajen hora y horas para llevar un modesto sueldo a casa, y eso cuando les dan horas, a kos que se les puede pedir que vigilen y mantengan la seguridad en estaciones, por ejemplo, y que defiendan a los viajeros de cacos, carteristas y descuideros. Pero se olvidan que estos trabajadores que arriesgan diariamente sus vidas están en la más completa dejadez de cara al delincuente y de cara a los jueces. Su palabra vale exactamente lo mismo o menos que la de cualquier carterista o ladrón, y no son pocos los juzgados donde los vigilantes tiemblan al saber que les ha tocado tal juez que parece que no le cae muy bien la seguridad privada.
El pegar a un policia es un atentado contra la autoridad, el pegar a un vigilante es casi siempre una falta de lesiones, y en la mayoría de los casos es denunciado encima el vigilante, y lo que es peor, condenado.
Ya está bien que este colectivo sea el peor tratado hasta por los sindicatos de los cuerpos de seguridad. Solo hay que ver como el otro día se explicaba un portavoz de un sindicato policial en contra de que pudieran actuar en la calle, o de que se les considerara agentes de la autoridad. Este espabilado, por muchoque sea portavoz de un sindicato policial es de los que temen que la seguridad privada les quite categoría a ellos, y se escuda en algún abuso de algún descerebrado para pedir que las cosas continúen igual para ese colectivo.
Puestos asi, a mi también me gustaría entonces que después de ver las actuaciones policiales en las manifestaciones, donde verdaderos bestias han aporreado a mujeres, adolescentes y ancianos con sus defensas dándoles en la cabeza se les quitara la consideración de agentes de la autoridad a esos salvajes. Veríamos entonces si actuarían como lo hacen La diferencia es que entre los miembros de la seguridad privada, de los vigilantes de seguridad, los bestias son muchísimos menos y más discretos que los policías que actúan salvajemente contra el pueblo en las manifestaciones, aunque sean pacíficas, solo basta con que un delegado del gobierno mande disolver, y ya vemos por televisión como disuelven.
Seguramente si en vez de vigilantes de seguridad, los dos trabajadores de la estación intermodal hubieran sido policías, nadie les hubiera agredido, precisamente por el carácter de Agentes de la Autoridad. Como los vigilantes no tiene esa condición, el botellazo no les saldrá caro a esos delincuentes marroquies, salvo eso si, den con un juez cabal y que entienda que las funciones son realmente las mismas que las de la policia, los medios para realizarlas menores, la protección muchísimo menor para los vigilantes y que el respeto por esos trabajadores por parte de la delincuencia se lo tienen que ganar ellos a pulso, porque la sociedad los tiene en ese aspecto desatendidos.
Esperemos que la ley salga adelante aun con esos progresistas de despacho en contra, y hechos como estos que el artículo describe como ocurridos en Mallorca no vuelvan a producirse, y si se producen, que sea tratado como atentado a la autoridad, no como falta con lesiones.
Mientras tanto, pedimos a nuestros +Hermanos y +Hermanas que se dedican a esa profesión, cuidado, mucho cuidado, quizás si pensamos friamente nadie haría ese trabajo por el sueldo que pagan, los riesgos que se corren y la desprotección que se tiene. Si se hace es porque son unos profesionales como la copa de un pino, si no no se entiende. Y usted, cuando vea a un trabajador de estos en la estación donde suele coger el tren, sepa que tiene delante a un profesional, mal pagado, peor tratado, pero que cumplirá su cometido sin dudarlo, permitiendo que usted viaje y llegue tranquilo a su destino. Trátelo con esa misma consideración que él le tiene a usted.
NND, FTAT, +Anselmo de Crespi
Un grupo de marroquíes haciendo botellón agreden a los vigilantes de la Estació Intermodal de Palma
Dos vigilantes de seguridad han resultado heridos, uno de ellos de pronóstico reservado, tras ser brutalmente agredidos por un grupo de jóvenes marroquíes, en la madrugada de hoy domingo.
Un vigilante de la empresas Trablisa pudo observar a un grupo de jóvenes que estaban dentro del recinto de la Estación Intermodal haciendo botellón. Cuando el responsable de seguridad se acercó a ellos para recriminarles su acción e invitarles a que abandonasen el recinto, según varios testigos presenciales, el marroquí más grande y corpulento cogió una botella de licor y se la estampó en toda la cara del seguridad.
Al percatarse de la agresión, un segundo vigilante acudió para auxiliar a su compañero y también fue agredido.
A los testigos les llamó particularmente la atención uno de los violentos agresores. El joven tenía el pelo teñido de amarillo y naranja.
Los dos vigilantes fueron atendidos por una ambulancia medicalizada del SAMU- 61 y uno de ellos precisó ser trasladado al hospital de Son Espases con daños importantes en la cara. Al parecer y, a falta de confirmación por parte del centro médico, el seguridad tenía el tabique nasal fracturado.
El supervisor de Trablisa se desplazó hasta el lugar de los hechos y muy preocupado lamentó lo ocurrido y estuvo muy pendiente de la evolución de sus compañeros. La agresión fue grabada por las cámaras de seguridad y la detención será en breve.