Estimados +Hermanos, siguiendo con las meditaciones, hoy lo hacemos con la extendida y muy conocida frase, "castigo de Dios".
Es muy cómodo pensar o creer de esa manera, si es una desgracia o algo malo, "castigo de Dios". Si es algo positivo, bueno, "gracias a Dios". Es decir, decimos, pensamos, que Dios es quien se preocupa de, o premiarnos o castigarnos. De esa manera quedamos todos libres de culpa por todo lo malo que en el mundo ocurre. Por ejemplo, cuantas veces hemos escuchado ¿y Dios por qué permite esta guerra? o ¿ y Dios por qué permite la hambruna en ciertas partes de África y que miles de niños inocentes mueran?
Así de sencillo, ¿por qué lo permite Dios?
Somos incapaces en nuestro egoísmo, en nuestra hipocresía, de pensar, de observar que Dios no tiene nada que ver con eso, que todo es fruto y consecuencia de la maldad de algunos poderosos humanos que dirigen países y destinos como si de un juego económico y trágico se tratara, que todo eso está provocado por atropellos y abusos dictatoriales y déspotas de humanos con mucho poder para generar más poder a costa de quien y de lo que sea. Dios no tiene nada que ver.
Como cuando sacamos al Santo para que acabe la sequía que asola nuestros campos y nuestra agricultura.
Si aceptamos lo de "gracias a Dios" y "castigo de Dios", aceptamos entonces que la sequía es algún castigo de Dios, y cuando llueve, un premio que Dios nos da, quizás por sacar al santo. Preferimos creer eso y no que vivimos en un planeta en el que las fuerzas de la naturaleza existen y se manifiestan todos los días.
La culpa no es nuestra, salvo por el no pensar, el no meditar y buscar respuestas. Durante siglos nos han bombardeado y metido en la cabeza desde pequeños que Dios es ese señor mayor, con barba blanca y pelo largo que nos vigila desde el cielo y que nos castiga o nos premia según actuemos. Incluso si alguno es capaz de burlar y escaparse de esa Divina vigilancia en la tierra, no escapará del día del Juicio Final al morir.
Es igual que por otro lado se nos diga que Jesús, el Cristo, nos libró del pecado, ese Señor mayor de barba Blanca nos continúa vigilando y nos hará pagar nuestros pecados o nos premiará si somos buenos.
Cuanta esclavitud en la historia del hombre, sujeto siempre a esa amenaza, "cuidado, Dios te ve y te castigará ". Gracias a eso, príncipes de la Iglesia, reyes, nobles, dictadores, etc. han abusado del pueblo, rehén de esas frases déspotas y falsas que presionaban y modificaban la forma de vida de millones de personas.
Cada persona es responsable de sus actos y de sus consecuencias para con el resto de personas. No somos los muñecos de un guiñol en el que Dios mueve los hilos, porque el pensar, el creer, que Dios mueve los hilos sería decir que Dios es culpable de todos nuestros actos, buenos y malos, de las guerras, de la hambruna, de los crímenes y asesinatos, del narcotráfico, de los robos, de los genocidios, de todo, y eso es falso, eso es negar nuestra responsabilidad y nuestra manera de comportarnos, nosotros, no Dios.
Recuerdo ahora, en el evangelio de Juan, concretamente en el pasaje del ciego de nacimiento, en el que preguntan a Jesús, ¿quién pecó, éste o sus padres?
Jesús nos habla y nos enseña al Dios de Amor, al Dios de Paz, a un Dios Padre totalmente lejano a esa falsa creencia impuesta del Dios vigilante y castigador de lo malo y que premia lo bueno. Tendremos que abandonar nuestros prejuicios que nos impiden pensar en que ninguna desgracia es atribuible a Dios.
Claro que estamos en manos de Dios, pero no podemos creer, pensar, que las acciones de Dios son iguales a las nuestras, porque la acción de Dios no se suma, no se resta a las de nosotros, no interfiere, porque es de distinta naturaleza. Casi me atrevería a decir que es un exceso de ego humano el creer que la acción de Dios interfiere con nuestras acciones.
Mientras no alcancemos la liberación interior que nos permita actuar de una manera u otra de acuerdo a como somos realmente en nuestro auténtico ser, nunca estaremos salvados, ya que la salvación es descubrir y vivir nuestro verdadero ser, identificado con Dios, con el Padre, con el Amor, con la Paz, con la Luz.
Buenos días a todos y nuestras disculpas por adelantado si a alguno escandalizamos. No es esa nuestra intención. Eso si, continuaremos.
NND, FTAT.